El pasado fin de semana fue trágico para la industria aérea luego de que se registran tres accidentes en los que perdieron la vida cientos de personas… El más grave, el suscitado en el vuelo de Ethiopian Airlines.
El domingo 10 de marzo un vuelo de dicha aerolínea se estrelló poco después de despegar. El siniestro dejó 157 personas muertas.
El vuelo de Ethiopian Airlines despegó de del Aeropuerto Internacional Bole nunca llegó a su destino: Nairobi, Kenya.
Tras despegar y presentar fallas técnicas, el piloto pidió a la torre de control permiso para regresar a Addis Abeba, sin embargo ya no logró su cometido.
En este incidente, una mexicana perdió la vida.
En otro incidente grave, el sábado 9 de marzo un avión pequeño se estrelló en Colombia dejando un saldo de 12 personas muertas.
La aeronave despegó de San José del Guaviare con destino a Villavicencio, según informó la Defensa Civil de aquel país.
El avión siniestrado y los muertos fueron encontrados en La Bendición, cerca del destino del vuelo.
Por otra parte, el viernes 8 de marzo cinco personas murieron después de que una avioneta cayera en un lago de Florida en Estados Unidos.
El avión había despegado del Aeropuerto Internacional de Tampa. Los cuerpos de los tripulantes fueron encontrados en el fuselaje de la aeronave.
Por sí fuera poco, el sábado una tremenda turbulencia en un vuelo de Turkish Airlines, que estaba por aterrizar en el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy en Nueva York, mandó a 30 personas a un hospital por moretones, golpes y cortes.
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