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El miedo se está contagiando con rapidez en los países del oeste de África, donde el virus del ébola cobra cada vez más vidas.
Residentes de Monrovia, la capital de Liberia, protagonizaron ayer un encontronazo violento con el Ejército porque están hartos de que su vecindario esté bloqueado por la cuarentena que impuso el Gobierno.
“Testigos afirmaron que los airados residentes arrojaron piedras contra las fuerzas de seguridad emplazadas para hacer cumplir la restricción de movimiento en la zona, donde un centro de salud fue atacado el fin de semana pasado”, reportó BBC Mundo.
“El día del ataque, 17 pacientes que se sospecha habían contraído la enfermedad huyeron del centro de salud”.
Ante estos hechos, que inquietaron a las autoridades, los militares rociaron con gas lacrimógeno a los inconformes y los asustaron con disparos al aire.
Asimismo, capturaron a cientos de fugitivos del vecindario en cuarentena, donde viven alrededor de 50 mil personas.
“Los riesgos de que el ébola se propague rápidamente y las dificultades de contenerlo se multiplican en un denso ambiente urbano, en especial uno donde el sistema de salud ha colapsado y los residentes aparentan desconfiar cada vez más del modo en que el Gobierno atiende la crisis”, publicó The New York Times.
Mientras el Gobierno se preocupa por los enfermos “fugitivos”, los habitantes en cuarentena se enfrentan al hambre, sed y a una alta inflación de productos básicos.
En otras partes de la ciudad yacen cadáveres en las calles que los trabajadores del Ministerio de Salud se rehúsan a recoger por miedo a infectarse.
“No hemos podido controlar la propagación del virus”, admitió a AP la presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, quien culpa a los habitantes que desafían a las autoridades y que no saben manejar los cuerpos.
El caos en este país ha provocado que naciones vecinas teman nuevos contagios.
“Liberia sigue siendo el centro de las preocupaciones. Según el último reporte de la OMS, es en este país donde se han producido la mayoría de las nuevas muertes registradas ente el 14 y el 16 de agosto, con 53 muertos y 48 nuevos casos en sólo dos días”, informó El Mundo.