Los resultados de las elecciones de Reino Unido revivieron uno de los viejas discusiones de la política británica: la independencia de Escocia. El Partido Nacional Escocés (SNP, por sus siglas en inglés) logró 48 diputados, 13 más de los que ya tenía en la Cámara de los Comunes, y así adquiere fuerza política para convocar a una consulta sobre la separación de los escoceses del resto de Reino Unido.
Escocia es una de las naciones constitutivas de Reino Unido. Las otras tres son Gales, Inglaterra e Irlanda del Norte. Las cuatro tienen gobiernos autónomos limitados y el gobierno británico las representa en organizaciones internacionales como la Unión Europea.
Nicola Sturgeon, la ministra principal escocesa y líder del partido nacionalista, informó este martes que a finales de la semana presentará la propuesta para solicitar al gobierno británico la celebración de un segundo referéndum de independencia en Escocia.
En un discurso ante el parlamento escocés, Sturgeon señaló que el resultado de las elecciones del 12 de diciembre demuestra que el futuro que desean los escoceses es diferente al del resto del Reino Unido.
“No podemos seguir siendo prisioneros del Reino Unido en contra de nuestra voluntad… Si Boris Johnson confía tanto en la fortaleza de los argumentos para mantener esa unión, debería tener la misma confianza en permitir que sean los ciudadanos los que decidan”, dijo la ministra principal.
En respuesta, el primer ministro Boris Johnson defendió la necesidad de resistir las llamadas de aquellos que quieren separarse de Reino Unido.
“Como parlamento del Reino Unido, deberíamos, educada y respetuosamente, defender la asociación y la unión del país”, comentó Johnson el martes en su primera intervención en la Cámara de los Comunes.
Sin embargo, Sturgeon considera que el gobierno británico trata con desprecio la voluntad de los ciudadanos escoceses que votaron por permanecer en la Unión Europea en 2016.
“Durante todo el proceso del brexit, el gobierno de Westminster ha ignorado los deseos del pueblo de Escocia y las opiniones de este parlamento”, declaró la ministra principal.
La propuesta de Sturgeon menciona que la segunda consulta sobre la independencia se tendría que realizar a finales de 2020, antes de las elecciones regionales previstas para 2021. Los detalles de la iniciativa se darán a conocer el jueves o el viernes próximos, después de que el parlamento escocés apruebe la ley de referendos.
¿Por qué Escocia quiere separarse?
Marta Ochman, especialista en política europea, asegura que la la ministra principal quiere convocar a una consulta sobre la independencia de Escocia porque los escoceses no votaron a favor de la separación de Reino Unido de la Unión Europea en el referéndum de 2016. El 62 de personas de esta región que participaron votaron por permanecer en la comunidad.
Además, la especialista menciona que el deseo independentista del gobierno de Escocia también surge porque nunca fue considerado en las discusiones sobre el acuerdo del brexit. En cambio, Ochman dice que se dialogó sobre las implicaciones para Irlanda del Norte.
La especialista en política europea agrega que son pocas las posibilidades de que la demanda independista de la ministra principal escocesa sea atendida y aceptada por el primer ministro británico porque ahora tiene otras discusiones legislativas que atender relacionadas con el brexit.
Antecedentes
No sería la primera vez que un gobierno consulta a los ciudadanos sobre la independencia de Escocia. Un primer referéndum para decidir si debería ser un Estado autónomo de Reino Unido se realizó en septiembre de 2014.
La pregunta de la consulta fue: “¿Debería Escocia ser un país independiente?”. El no se impuso con el 55.3 por ciento de los votos, frente al 44.7 por ciento de los partidarios por la secesión. Hubo una participación de 84.6 por ciento de las personas registradas en Escocia.
Las intenciones independentistas de los escoceses no son un fenómeno nuevo ni siquiera en la Europa moderna. Sus gobiernos y ciudadanos retomaron el deseo de que el territorio fuera un Estado autónomo de Reino Unido desde los ochenta.
“Las aspiraciones independentistas de los escoceses son muy antiguas. El renacimiento y la divulgación de esta aspiración se intensifica en los ochenta. En aquel entonces algunos actores como Sean Connery hablaban de esta aspiración no solo localmente, sino en el sentido internacional”, comenta Ochman.
Una de las razones por la que Escocia quiere separarse del resto del Reino Unido es porque la sociedad escocesa es diferente a la británica: tienen otra religión y otra tradición política.
El aislamiento territorial de Escocia provocó la conservación de rasgos culturales como el idioma y estructuras sociales.
“En Escocia medieval las familias se organizaban en clanes y esa cohesión interna también fortaleció la percepción de una identidad antigua que es propia y distinta a lo que era la identidad inglesa”.
La especialista añade que el renacimiento de los localismos también se acrecenta en los ochenta con la percepción de que un régimen político justo permite que todas las culturas se expresen.
Después de un periodo de gobiernos conservadores, en los noventas llega al poder el exprimer ministro británico Tony Blair, un político del Partido Laborista que promete entregarle instituciones autónomas a Escocia, Gales e Irlanda del Norte.
Luego de la descentralización de poderes aprobada en un referéndum en 1997, Escocia goza de un gobierno e instituciones propias, pero no tienen el poder para que el país no se separe de la Unión Europea como el resto del Reino Unido.