WASHINGTON (AP) — El presidente Joe Biden anunció el martes que Estados Unidos prohibirá todas las importaciones de petróleo ruso, endureciendo el costo económico a Rusia por la invasión de Ucrania, aunque reconoció que a los estadounidenses les afectará económicamente, particularmente por el alza en el precio de la gasolina.
La medida sigue a las súplicas del presidente ucraniano Volodmyr Zelenskyy a Estados Unidos y funcionarios occidentales para cortar las importaciones, lo que eran una omisión flagrante de las fuertes sanciones impuestas a Moscú por la invasión. Las exportaciones de energía han mantenido una afluencia constante de flujo de efectivo a Rusia a pesar de las severas restricciones en su sector financiero.
Biden dijo que Estados Unidos tomará la medida por su cuenta, pero tras consultas con aliados europeos que dependen más de la energía exportada por Rusia. El gas natural ruso comprende un tercio del consumo europeo de ese combustible. Estados Unidos no importa gas natural de Rusia.
“No vamos a subsidiar la guerra de Putin”, declaró Biden, calificando la prohibición como “un duro golpe” a la capacidad de Rusia de librar su ofensiva en Ucrania.
Let me say to the oil and gas companies and finance firms that back them: We understand that Putin’s war against the people of Ukraine is causing prices to rise. But that is no excuse for excess price increases, or padding profits, or any kind of effort to exploit this situation.
— President Biden (@POTUS) March 8, 2022
Advirtió que la medida ocasionará aumentos de precios en Estados Unidos, afirmando que “defender la libertad tiene su precio”.
Biden dijo que bajo las circunstancias, el aumento de precios es comprensible, pero le advirtió a las compañías energéticas que no apliquen “aumentos excesivos” ni se aprovechen de los consumidores.
En este sentido, el martes se dio a conocer que el precio promedio de la gasolina en Estados Unidos alcanzó la cifra récord de 4,17 dólares el galón. El precio más alto jamás registrado hasta ahora era de 4,10 dólares el galón, alcanzado el 17 de julio de 2008.
Por separado, Gran Bretaña también anunció una prohibición a las importaciones de petróleo ruso. El secretario de Negocios, Kwasi Kwarteng, dijo que el petróleo y los productos derivados del petróleo de Rusia se eliminarán gradualmente a finales de año para dar al mercado tiempo para adaptarse al cambio.
La Unión Europea anunció esta semana un compromiso para poner fin a su dependencia de la energía rusa lo más pronto posible, aunque reconoció que hacer eso son afectar a las economías del continente tardará un tiempo.
Cuando estalló el conflicto hace dos semanas, Biden explicó que era renuente a prohibir la importación de energía rusa porque no quería provocar un aumento en el precio de la gasolina.
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Antes de la invasión, las exportaciones de gas y petróleo comprendían más de un tercio de los ingresos económicos del gobierno ruso.
Los precios de los energéticos se han disparado desde la invasión a pesar de la decisión de gobiernos occidentales de liberar reservas estratégicas, con lo cual las exportaciones rusas se han vuelto aun más lucrativas.
Estados Unidos y sus aliados han impuesto sanciones a los principales bancos rusos, al Ministerio de Finanzas ruso y a su Banco Central, y han buscado cortar a Rusia del sistema internacional de mensajes financieros SWIFT.
Pero las normas emitidas por el Departamento del Tesoro permiten las transacciones rusas para exportar energéticos, mediante bancos no sancionados que no están basados en Estados Unidos, a fin de minimizar las perturbaciones en los mercados energéticos mundiales.
La inflación en Estados Unidos, en parte alimentada por los precios de los combustibles, está en alturas no vistas desde hace 40 años y eso está perjudicando a Biden en las encuestas cuando faltan pocos meses para las elecciones de mitad de período, en noviembre.
Las sanciones dejan a Biden en una disyuntiva, entre sus intereses políticos a nivel nacional y su plan estratégico a nivel internacional. Al invadir Ucrania, Putin posiblemente cayó en riesgo de sufrir los mismos problemas de cadenas de distribución que han afectado políticamente a Biden, quien desea castigar a Putin sin afectar económicamente a su población.
Biden había defendido específicamente la excepción sobre las exportaciones de energéticos rusos porque protegerían a empresas y particulares estadounidenses de un alza de precios.
“Diseñamos este paquete de sanciones específicamente para permitir que continúen los pagos en el sector energético”, declaró Biden.
Rusia es el mayor exportador del mundo de gas natural y el segundo mayor exportador de petróleo crudo.