Quién era Oksana Shachko, la feminista que se suicidó en París

La ucraniana y cofundadora de Femen, movimiento feminista del cual se había desmarcado, vivía en Paris desde 2012 y en este año había publicado un libro
Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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La pintora y activista ucraniana Oksana Shachko fue hallada muerta en su departamento, informaron miembros del grupo feminista Femen, del cual era cofundadora.

El propio grupo confirmó mediante sus redes sociales la muerte de Oskana quien habría dejado una nota en la que se leía “todos son unos falsos”.

La activista, quien tenía 31 años, huyó de su país de origen, Ucrania, en 2012 pues tenía cinco ordenes de aprehensión por su activismo feminista el cual exportó a Paris.

En el 2011, Shachko junto con tres miembros de Femen fueron secuestrados y torturados por el servicio secreto bielorruso, después de realizar una protesta contra el patriarcado en Minsk.

En Ucrania, en pleno Siglo XXI, aún existen las agencias matrimoniales en donde varones europeos y de otros lares eligen en un catálogo con fotos de mujeres a alguna de ellas para un matrimonio concertado por 2 mil euros.

En ese lugar del mundo el activismo feminista es duramente castigado y las acciones de Oksana, quien fue una de las primeras mujeres en aparecer en topples en eventos públicos en diversas partes del mundo, siempre fueron criticadas y hasta tachadas de terrorismo por un régimen que heredó la mentalidad obsoleta del régimen soviético.

Oksana fue pintora durante su niñez y juventud. Especializada en retratos y paisajes religiosos, cuando se comenzó a dedicar al activismo feminista utilizó su aprendizaje para dotar de significados políticos a sus obras.

Femen es un movimiento “sextremista” cuyo origen se dio en 2008 y cuyo objetivo es “la victoria completa sobre el patriarcado mediante la provocación, para revelar la naturaleza agresiva anti humana e inculcar en todas las mujeres una oposición activa al mal (opresión)”.

Existe un documental sobre el movimiento titulado Ukraine is not a Brodel (2013) que retrata las acciones que las jóvenes realizaban, en las cuales siempre aparecían sin sostén, con mensajes pintados en el cuerpo y que, por lo regular, terminaban con detenciones violentas por parte de la policía.

En una entrevista que concedió al diario español El País, en abril de 2018, la feminista aseguró que Femen “es y siempre será mi hijo, es mi idea, mi creación y ahora la observo a distancia de manera más analítica y veo que las chicas no han innovado en sus protesta ni en sus performances, para mí no son creativas”.

Oskana dejó un libro que se publicó este año titulado Histoire d’une trahison, en donde narra los orígenes de la revolución feminista y las causas por las que junto con otras pioneras del movimiento se desvincularon de Femen.

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