Los miembros de un equipo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que investiga los orígenes de la pandemia del coronavirus visitaron el sábado otro hospital de Wuhan que atendió a los primeros pacientes con COVID-19 en su segundo día completo de trabajo en la ciudad del centro de China.
A principios de 2020, el hospital de Jinyintan fue uno de los primeros de la ciudad en tratar a enfermos aquejados de un virus por entonces desconocido y es una parte clave de la historia epidemiológica de la enfermedad.
“Acabo de regresar de una visita al hospital Jinyintan, que se especializó en enfermedades infecciosas y fue designado para el tratamiento de los primeros casos en Wuhan”, señaló la viróloga holandesa Marion Koopmans en un tuit. “Historias bastante similares a las que he escuchado de nuestros médicos de UCI”.
El zoólogo Peter Daszak, del grupo estadounidense EcoHealth Alliance y que forma parte del equipo de la OMS, dijo en Twitter que la visita era una “oportunidad importante para hablar directamente” con los médicos que estuvieron combatiendo el virus en un momento crítico.
Las primeras reuniones en persona entre los expertos de la OMS y científicos chinos tuvieron lugar el viernes, antes de que el grupo formado por expertos en salud animal, virología, seguridad alimentaria y epidemiología visitaran otro escenario del inicio del brote, el Hospital Provincial de Medicina Integrada China y Occidental de Hubei.
La agencia de salud de Naciones Unidas, con sede en Ginebra, tuiteó el jueves que su equipo tiene previsto visitar hospitales, mercados como el de pescado de Huanan que estuvo ligado a muchos de los primeros casos, el Instituto de Virología de Wuhan y laboratorios en instalaciones como el Centro para el Control de Enfermedades de Wuhan.
“Todas las hipótesis están sobre la mesa ya que el equipo se guía por la ciencia en su trabajo para entender los orígenes del COVID-19”, agregó la OMS, añadiendo que el equipo solicitó “datos subyacentes detallados” y tenía previsto hablar con los primeros que atendieron la emergencia médica y con algunos de los primeros pacientes.
La misión ha adquirido connotaciones políticas ya que China busca evitar la culpa por posibles errores en la respuesta inicial al brote.
Es poco probable que una única visita de los científicos confirme el origen del virus. Determinar el reservorio animal de un brote suele ser una tarea exhaustiva que requiere años de investigación e incluye la toma de muestras animales, análisis genéticos y estudios epidemiológicos.
Una hipótesis es que un cazador furtivo transmitiese el virus a comerciantes que lo llevaron a Wuhan. El gobierno chino ha promovido teorías, con pocas evidencias científicas, de que el brote pudo haber comenzado con importaciones de pescado congelado contaminado con el virus, una opción rechazada rotundamente por científicos y agencias internacionales.
Uno de los posibles focos para los investigadores es el Instituto de Virología de Wuhan, uno de los principales laboratorios de investigación de virus del país. El centro creó un archivo de información genética sobre los coronavirus de murciélagos luego del brote de SARS, o síndrome respiratorio agudo grave, en 2003.