Zhang Zhan, la periodista ciudadana que cubrió el inicio de la pandemia de COVID-19 en Wuhan, China, fue sentenciada a cuatro años de prisión.
La reportera fue encontrada culpable del delito de “buscar altercados y provocar problemas”, cargo que utiliza comúnmente el gobierno para castigar a activistas y comunicadores incomodos.
De acuerdo con la agencia de noticias AFP, Zhang “parecía devastada cuando se anunció la sentencia” en su contra.
Zhang Zhan fue detenida en mayo pasado y tiempo después comenzó una huelga de hambre a manera de protesta, por lo que su estado de salud ha sido reportado como delicado.
En términos concretos, la reportera y otros de sus colegas han sido penalizados por supuestamente obstruir y dificultar la respuesta gubernamental ante el primer brote.
Esto pese a que el propio presidente de China, Xi Jinping, ha asegurado que su administración actuó de manera correcta y eficiente al detectar la presencia del nuevo virus.
Zhang se trasladó en febrero a Wuhan, sus transmisiones en vivo y escritos sobre la enfermedad alcanzaron niveles virales, lo cual provocó la molestia del gobierno chino.
Organizaciones de derechos humanos y en apoyo a la libertad de prensa han condenado la sentencia contra la reportera, pues aseguran sólo daba a conocer una situación que llamaba la atención del mundo.
Esta sentencia pone de nuevo en la mira al gobierno de Xi Jinping, quien ha sido señalado en innumerables ocasiones de censura.