Cuando se habla de la violencia contra la mujer son muchos los que miran a países latinoamericanos o mediterráneos, pero pocos se imaginan que afecta también con dureza a países desarrollados como Alemania, donde los casos van en aumento, según recientes estudios.
La Oficina Federal de Criminalidad (BKA) cifró en 149 los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas en 2016 y en 133 mil las víctimas de violencia en la pareja, cifras que muestran una tendencia al alza desde hace cinco años. De esas 133 mil, que suponen 4 por ciento más que en 2015, el 82 por ciento eran mujeres.
La oficina de estadísticas incluye en sus datos casos de palizas, violaciones, abuso sexual, amenaza, asesinato y acoso. Y otro dato aterrador: el año pasado más del 51 por ciento de las mujeres vivían en el mismo hogar con el sospechoso de esos delitos.
En la mayoría de los casos de violencia contra las mujeres casi 70 mil sufrieron heridas leves, mientras más de 16 mil 700 recibieron amenazas por parte de sus parejas. En torno a 11 mil 900 resultaron heridas de gravedad y más de siete mil 600 sufrieron acoso por parte de sus parejas o exparejas.
En 357 casos se trató de asesinato o maltrato físico con golpes; en 208 de esos casos la víctima sobrevivió mientras en 149 murió.
Los datos son alarmantes en el motor económico de Europa, también debido a los casos que se cree no salen a la luz. “Las cifras son terribles, sobre todo con vistas en la cifra oculta de casos que creemos no se denuncian”, dijo la ministra de la Mujer, Katarina Barley.
Barley exigió que las autoridades den a la violencia contra la mujer la “máxima prioridad” y que se refuercen estructuras de ayuda como casas de acogida para las víctimas u ofertas de asesoramiento.
En su opinión, el aumento de los casos significa también que cada vez más víctimas buscan ayuda ante la policía o denuncian la violencia sufrida.
Pero muchos denuncian también que la violencia y los abusos dentro del hogar, y no siempre en hogares al margen de la sociedad, siguen siendo un tema tabú en el país europeo.
Además, no se le presta mucha atención porque se cree que el problema no existe, denuncia Birte Rohles, experta de la organización de derechos de las mujeres Terre des Femmes.
También en el caso de violencia sexual los expertos creen que hay una enorme cifra oculta: aunque cada año en Alemania se denuncian entre siete mil y ocho mil violaciones, puede que solo sea la punta del iceberg.
Estudios sobre cifras ocultas realizados en estados federados como Schleswig-Holstein, Baja Sajonia o Mecklemburgo-Antepomerania en 2014 concluyeron que sólo una parte de los ataques se reportaban en realidad a las autoridades.
En Baja Sajonia, en el norte del país, los datos eran aterradores con sólo el 7 por ciento de los delitos sexuales denunciados. Para comparar: en el mismo estado la cifra aumentaba al 94 por ciento cuando se trataba de robo de coches.
Alemania dispone de una red de unas 350 casas de acogida para mujeres y unas 40 viviendas de protección para las mujeres que no pueden costearse una vivienda. Unas mil 600 mujeres en total encuentran allí refugio de sus parejas violentas, cifra que es insuficiente para cubrir la necesidad existente en el país.
“Sobre todo en las zonas rurales no hay hogares suficientes ni tampoco puestos de ayuda y asesoramiento a las víctimas”, cuenta Maria Loheide, de la asociación Diakonie Deutschland. También en las ciudades están al límite de sus capacidades, por lo que algunas mujeres se marchan y quedan desprotegidas.
Otro dato revelador: la cifra de mujeres de origen migratorio que acude a esas viviendas de protección va en aumento constante y en 2015 superó por primera vez el 60 por ciento, algo que es un problema porque no todas entienden el idioma alemán y a los problemas logísticos se suman barreras lingüísticas o culturales.
Por eso Loheide desea un marco legal unitario que reconozca como derecho la protección y prestación de ayuda a las mujeres afectadas por la violencia.
El país europeo, pese a ser líder en otras cuestiones, ha tardado en actuar a la hora de combatir la violencia contra las mujeres: no ha sido hasta octubre de este año cuando ha ratificado la Convención de Estambul para Prevenir y Combatir la Violencia contra las Mujeres y la Violencia Doméstica.
El acuerdo existe desde 2011 y Alemania era uno de sus firmantes originales, pero no lo ratificó hasta ahora y entrará en vigor hasta el 1 de febrero de 2018.