Empresarios que explotan y no dan prestaciones “no son cristianos”, advierte Papa Francisco

El Papa Francisco, líder de la Iglesia católica, criticó a los empresarios que explotan a sus trabajadores y no pagan lo justo
Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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El Papa Francisco, líder de la Iglesia católica, criticó a los empresarios que explotan el trabajo de las personas, no pagan lo justo a sus empleados, y no otorgan prestaciones.

De acuerdo con la visión del líder religioso, quienes hacen fraude con los salarios “no son cristianos”.

Durante su misa matutina, Francisco se lanzó con quienes dejan a la gente sin trabajo y sacan “grandes capitales” a costa de sus empleados.

“¡Ay de ustedes que explotan a la gente, el trabajo, que pagan en negro (evaden impuestos), que no pagan la contribución para las jubilaciones, que no dan vacaciones. ¡Ay de ti! (…) hacer estafas sobre lo que se debe pagar, sobre el salario, es un pecado”, indicó.

El religioso sostuvo que las acciones de estas personas son “pecado mortal”.

“’Pero, padre, yo voy a misa todos los domingos y voy a esa asociación católica y soy muy católico y hago la novena de esto’ (…) Pero luego no pagas. Esta injusticia es pecado mortal. No estás en la gracia de Dios. No lo digo yo, lo dice Jesús”, añadió el Papa.

El Papa recordó las palabras del apóstol Santiago, que citando a Jesús alertó: “¡Cuidado a ustedes, ricos!”, y ponderó que si uno predicase actualmente en esos términos, al otro día los diarios publicarían: “¡Ese cura es comunista!”.

Sostuvo que siempre a lo largo de la historia ha existido la debilidad de tratar de eliminar el mensaje cristiano sobre la pobreza creyendo que es una cuestión social y política. “¡No! Es puro evangelio”, aclaró.

Más adelante, Francisco afirmó que “las riquezas son una idolatría”, son “capaces de seducir”, porque “te agarran y no te sueltan”, convirtiéndote en esclavo.

“Tú no eres libre ante las riquezas. Para ser libre ante las riquezas debes distanciarte y orar al Señor. Si el Señor te ha dado riquezas es para dárselas a los demás, para hacer en su nombre tantas cosas buenas por los otros. Pero las riquezas tienen esta capacidad de seducirnos y en esta seducción caemos, somos esclavos de las riquezas”, aseveró.

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