Las presidentas y primeras ministras disminuyeron en 2019. Las mujeres ya no ocupan la misma cantidad de cargos importantes en el Ejecutivo de sus países que hace un par de años, sin embargo, poco a poco se convierten en las protagonistas de los organismos legislativos y gabinetes de gobierno.
Las jefas de Estado representan el 7.2 por ciento de personas en ese cargo a nivel mundial en 2017 y ahora sólo son el 6.6 por ciento, de acuerdo con datos de ONU Mujeres.
Las jefas de Gobierno se encuentran en la misma situación. Eran el 5.7 por ciento hace un par de años y en la actualidad son el 5.2, según la misma agencia de Naciones Unidas.
Los porcentajes demuestran que en la actualidad diez mujeres son jefas de Estado de un total de 152 individuos con ese cargo y otras diez son jefas de Gobierno de un total de 193 personas que ejercen la dirección del poder Ejecutivo.
Líderes como la canciller Angela Merkel y la primera ministra Theresa May son figuras importantes en cualquier discusión internacional y otras como las presidentas Sahle-Work Zewde y Paula-Mae Weekes son las primeras mujeres en esos puestos en sus respectivos países, no obstante, aún son un porcentaje pequeño considerando que los hombres ocupan la mayoría de sillas presidenciales.
Más del 90 por ciento de los jefes de Estado y de Gobierno son hombres. La gran mayoría de los países nunca fueron gobernados por una mujer, esto es igual en todas las regiones del mundo.
En el 2015, la ONU proyectaba que en 30 años se cerraría esa brecha, pero nuevas estimaciones según la tendencia actual indican que tomará más de un siglo.
Los datos fueron revelados por la presidenta de la Asamblea General de la ONU en un evento para discutir la participación de las mujeres en puestos de poder.
Espinosa agregó que es común que las mujeres que aspiran a cargos importantes dentro de la política enfrenten exclusión y discriminación.
La presidenta del organismo internacional comentó que la ausencia o subrepresentación de las mujeres en la vida política contribuye a perpetuar la desigualdad en el ejercicio del poder y en los espacios de toma de decisiones.
Según la presidenta, la participación de las mujeres en la política promueve la estabilidad económica y contribuye a fortalecer las instituciones.
“Una mayor representación de mujeres en los Parlamentos asegura el avance en las reformas de leyes discriminatorias y un aumento en la inversión en áreas claves como salud, educación y protección social”, afirmó.
Para la diplomática, la participación de las mujeres en la política debe hacer la diferencia en la manera de gobernar y trabajar por el interés colectivo.
Más legisladoras
Aunque hay pocas presidentas y primeras ministras, cada vez más mujeres ocupan un escaño en los organismos legislativos de sus países.
La Unión Interparlamentaria presentó un análisis que muestra que la proporción mundial de mujeres en los parlamentos, congresos o asambleas aumentó un punto respecto a 2017 hasta alcanzar 24.3 por ciento en 2019.
El porcentaje de las mujeres presidentas de órganos legislativos también aumentó en 0.6 puntos porcentuales, pasando al 19.7 por ciento, y la proporción de mujeres vicepresidentas incrementó 1.6 puntos porcentuales, elevándose al 28.2 por ciento.
La doctora en relaciones internacionales Arlene Ramírez Uresti comenta que en las democracias y en los sistemas republicanos, que son los más numerosos en el mundo, el poder que tiene más peso es el legislativo, sin embargo, considera que las decisiones aún son tomadas por los hombres.
De acuerdo con el informe de la Unión Interparlamentaria, los países en los que las mujeres representan los porcentajes más altos en el poder legislativo son Ruanda con un 61.3 por ciento en la Cámara alta y 38.5 en la baja, sigue Cuba con un total de 53.2 por ciento en su asamblea y luego se encuentra Bolivia donde las diputadas representan el 53.1 y las senadoras el 47.2.
México se coloca en el cuarto lugar a nivel mundial con 48.2 en la Cámara baja y 49.2 en la Cámara alta.
El reporte también muestra que América es la región con el porcentaje más alto de mujeres en el poder legislativo con el 30.7 por ciento, después se encuentra Europa con 28.5 puntos porcentuales y África Subsahariana ocupa el tercer lugar con 23.7 por ciento.
“Este proceso se revertirá en algunos años. Las mujeres que ahora están en espacios legislativos se encuentran en escaños clave para ser catapultadas a candidaturas para convertirse en gobernadoras y luego presidentas”, advierte Ramírez Uresti.
Las mujeres no se encuentran por ahora en los cargos más importantes de la política de sus países, sin embargo, poco a poco ocupan un lugar para crear y aprobar leyes que transformen las realidades de sus naciones.
También en los gabinetes
Las mujeres poco a poco toman el poder desde las direcciones de ministerios o secretarías en distintos países. Uno de cada cinco titulares de dependencias es mujer, de acuerdo con un mapa de la Unión Interparlamentaria publicado esta semana.
El nuevo registro muestra que la proporción de ministras mujeres alrededor del mundo es del 20.7 por ciento, la cifra más alta en la historia.
Además, nueve países, respecto a seis en 2017, tienen un 50 por ciento o más de proporción de mujeres que se desempeñan en carteras ministeriales, entre ellos se encuentran España, Nicaragua, Colombia y Costa Rica
México realizó el avance más grande en el continente americano, con cinco mujeres más que dirigen secretarías este año, lo que aumentó la proporción general de titulares de dependencias en 26.3 puntos porcentuales a 42.1 por ciento.
Algunos de estas mujeres mexicanas se encuentran en las dependencias más importantes del país como Olga Sánchez Cordero, actual secretaria de Gobernación.
El mapa también detalla que más mujeres se desempeñan en gabinetes tradicionalmente liderados por hombres con respecto a 2017: 30 por ciento más de mujeres ministras se desempeñan en la Defensa, 52.9 por ciento más en Finanzas, y un 13.6 por ciento más en Relaciones Exteriores.
“Es alentador el incremento en el número de países cuyos gabinetes ministeriales son equilibrados en cuanto al género. Esta es la índole de medidas audaces que se necesitan para acrecentar de manera significativa la representación de las mujeres en la toma de decisiones”, aseguró
Por otra parte, Etiopía registró el mayor aumento en la representación política de las mujeres en el ejecutivo, en comparación, del 10 por ciento de ministras en 2017 al 47.6 por ciento en 2019.
Entre los países de Asia, Pakistán pasó de no tener ministras desde 2012 a alcanzar el porcentaje más alto de mujeres en estos cargos en la actualidad.
En Oriente Medio y África del Norte, Mauritania mantiene la mayor proporción de ministras en la región con un 31.8 por ciento, mientras que los Emiratos Árabes Unidos siguen de cerca al 29 por ciento. En la región del Pacífico, Palau gana dos ministras y Tonga una.
El porcentaje de presidentas y primeras ministras es pequeño, pero mientras cambia esa realidad las mujeres hacen política desde otros frentes: los gabinetes y el poder legislativo. El resultado de su labor aún está por verse.
“En cinco años se puede dar un fenómeno bastante interesante porque el proyecto de participación política de la mujer habrá rendido los frutos que hoy se están s e m b ra n d o” , considera la internacionalista Ramírez Uresti.