El que perdona…¿pierde?

Fueron los 90 minutos más atroces en la historia política moderna de Estados Unidos, juzgó la editorial de Dailybeast.

 

Andrea Montes Renaud Andrea Montes Renaud Publicado el
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por ciento de los ciudadanos dieron por vencedor a Trump el pasado domingo, de acuerdo a CNN-ORC
Nunca en la historia de los debates hemos visto este tipo de ataques. Todo esto refleja las profundas divisiones y desacuerdos, no entre dos candidatos, sino entre las dos Norteamérica” 
The Washington Post

Fueron los 90 minutos más atroces en la historia política moderna de Estados Unidos, juzgó la editorial de Dailybeast.

 

Este debate no es un buen augurio para el resto de la campaña, que ya se anuncia como “una pelea callejera entre una de las candidatas más experimentadas de todos los tiempos y un presentador de televisión que no tiene nada que perder”, según el diario; una opinión compartida por la gran mayoría de las editoriales del país. 

 

“Nunca en la historia de los debates hemos visto este tipo de ataques. Todo esto refleja las profundas divisiones y desacuerdos, no entre dos candidatos, sino entre las dos Norteamérica”, lamentó The Washington Post, que criticó la escasez de debate durante el cual no se discutió ninguna cuestión de fondo. 

 

Y del cual, según el diario, Donald Trump salió “aislado” y “políticamente debilitado” de sus 90 minutos en directo.

 

“Un triste espectáculo en St. Louis”, calificó el Boston Globe. 

 

Y CNN lo tituló “el combate sucio”, mientras que el Miami Herald evocó “un debate malo” marcado por “nuevos escándalos”.

 

“Fue el debate más feo de la historia estadounidense”, abundó POLITICO, el sitio que retomó todos los “insultos non-stop” y la “maldad” que había salpicado este debate.

 

Al llegar a su segundo encuentro, Hillary Clinton y Donald Trump ni siquiera se dieron la mano. 

 

Y con ello se anunciaba el tono de una discusión de ajuste de cuentas. 

Donald Trump tuvo que responder por los comentarios de un video del 2005 en el que sostiene sus propósitos obscenos.

 

Mientras que Hillary Clinton no sólo volvió a ser atacada por el caso de los correos electrónicos, sino también lo fue su marido por los escándalos sexuales.

 

Los escándalos sexuales tuvieron prioridad en el segundo de sus tres duelos. 

 

Apenas unas horas antes del segundo encuentro entre Trump y Clinton, el candidato republicano, debilitado por la difusión del video, publicó por su cuenta de Twitter la historia de Juanita Broaddrick, a través del sitio web conservador Breitbart, que hace el recuento de las “brutales violaciones” de Bill Clinton, expresidente y esposo de la candidata demócrata a la Casa Blanca.

 

En ese sentido, tanto Donald Trump como Hillary Clinton están exactamente en el mismo punto en el que están las dos Norteamérica que representan: confrontados uno contra el otro, irreconciliables, desprovistos de todo respeto mutuo y convencidos de ser el bastión contra una plaga de la cual el país no se recuperará.

 

Este odio mutuo se dejó ver detrás de los telones de un impecable set de televisión,  pero que anuncia una campaña política mucho más sucia por lo que resta de contienda hasta la elección del 8 de noviembre. 

 

¿En qué estado saldrá el vencedor después de esta penosa carrera hacia la Casa Blanca?

 

Hillary incapaz del nocaut

 

Aunque analistas y periodistas coinciden en que Trump salió con vida de este debate -lo que no es poco-, la prensa estadounidense parece unánime, prefiriendo la intervención de Clinton. 

 

Aún y cuando al menos 33 altos cargos del Partido Republicano le habían retirado el apoyo por culpa del escándalo del video, Clinton fue incapaz de hacer knockout al republicano.

 

De acuerdo con la encuesta de CNN-ORC, el 57 por ciento que vio el debate dio la victoria a Hillary, frente al 34 por ciento de Trump. Pero el sondeo hecho por YouGov entre más de 800 votantes registrados, le da a Clinton un 47 por ciento contra un 42 por ciento a Trump.

 

Un rendimiento mediocre para la demócrata después de su primer debate, que se consideró un éxito con un 62 por ciento frente al 27 por ciento para su rival.

 

Por otro lado, para el diario The Wall Street Journal y NBC News, la candidata demócrata aventaja con 11 puntos a su contrincante republicano, con el apoyo de 46 por ciento contra el 35 por ciento del magnate.

 

Pero aunque la candidata demócrata sigue siendo la preferida en las urnas, el malestar no va a desaparecer, ni antes, ni después de la elección.

 

Pues si Hillary Clinton ha demostrado ser lo suficientemente fuerte como para sobrevivir a la avalancha del lodo derramado el domingo por la noche, incluyendo el cargo de ser la entusiasta cómplice de un marido violador, no parece haber una gran diferencia en la intención de voto del electorado indeciso, y por el contrario, la táctica de Trump sí deleita cada vez más a su base militante.

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