Elecciones de película

Los ojos de América Latina están puestos sobre el show en el que se han convertido las elecciones de Chile.

La expresidenta chilena y representante de la izquierda, Michelle Bachelet, compite frente a frente contra su amiga de la infancia Evelyn Matthei, quien abandera la derecha y la continuidad del presidente Sebastián Piñeira.

De niñas se conocieron en una base aérea, pues ambas son hijas de dos generales de la Fuerza Área de Chile, publicó ayer el Huffington Post. Sin embargo, la dictadura de Augusto Pinochet las separó.

Mientras el padre de Matthei se convirtió en miembro de la junta militar de la dictadura, el de Bachelet murió encarcelado por mantenerse fiel al gobierno de Salvador Allende.

El destino las confrontó el domingo, cuando en la primera vuelta electoral Matthei obtuvo el 25.01 por ciento de los votos y Bachelet el 46.68 por ciento, lo que mandó a otra votación.

Aunque los pronósticos le daban una victoria directa a Bachelet, la primera votación demostró que la contienda estará llena de sorpresas, pues además Matthei obtuvo casi el doble de votos de lo esperado.

Ahora, el 15 de diciembre, los chilenos elegirán entre una de las dos en una elección que definirá el rumbo que el país seguirá de ahora en adelante.

Dos escenarios  

Quien resulte vencedora conducirá la política de Chile al extremo izquierdo o derecho, coinciden los analistas.

Los debates y las propuestas giraron en torno a reformas políticas, sociales y económicas, e incluso a la renovación de la constitución.

Motivada por las protestas estudiantiles del 2011, las propuestas de Bachelet incluyen que Chile cuente con una educación pública gratis y de calidad, conforme El País.

Además, propone una reforma fiscal que incremente los impuestos a las grandes empresas y reduzca los personales. 

En contraste, Matthei afirma que lo mejor es disminuir los impuestos a los empresarios para motivar la creación de empleos y combatir la desigualdad. 

La derechista asevera que los planes de su opositora llevarán a la ruina económica al país, que por ahora cuenta con una tasa anual de crecimiento de 5.5 por ciento, de las más altas de los países latinoamericanos.

En cuestiones sociales las candidatas también discrepan.

Michelle Bachelet busca formular una nueva constitución, reinstaurar la despenalización del aborto e iniciar el debate sobre los matrimonios entre homosexuales.

Evelyn Matthei desea fortalecer los programas gubernamentales y darle continuidad a la agenda de Sebastián Piñeira, con un sistema educativo que se base en la competencia y en ayudar solo a los más necesitados.

Modelo latinoamericano

Al ser Chile uno de los países más desarrollados de América Latina, las elecciones son clave para la política de todo el continente.

Este país lidera a toda Latinoamérica en índice de desarrollo humano, ingreso per cápita, globalización, seguridad, libertad económica y bajo índice de corrupción, según datos de la ONU. 

Mientras en países como México apenas se están proponiendo leyes de cuotas de género para los partidos, estas elecciones son ejemplo del rol preponderante que desempeña la mujer en la política chilena.

Expertos señalan que las políticas chilenas ayudan a formular medidas similares en los países de América Latina, pues son más fáciles de adaptar que las de otros países.

De estudiantes a diputados

La carrera política de cuatro diputados recién electos en Chile comenzó literalmente en las calles, donde en el 2011 lideraron las movilizaciones estudiantiles que exigían educación gratuita.

Giorgio Jackson, Camila Vallejo, Karol Cariola y Gabriel Boric consiguieron este domingo la victoria electoral en sus distritos para pasar de ser líderes estudiantiles a diputados.

En un país en el que menos del 50 por ciento de los ciudadanos votaron, estos estudiantes representan que la participación política puede traer cambios tangibles, explican analistas.

“Ellos reflejan la adhesión ciudadana de gente que está reconociéndoles el trabajo que hicieron y dándoles apoyo por poner en la palestra los serios problemas de la educación y los problemas colaterales de la desigualdad, en un país donde la gente no se mueve mucho”, expuso a BBC Mundo el experto electoral Gustavo Martínez.

Los cuatro líderes juveniles trabajaron junto a Bachelet en su campaña.

Cuando emprendieron las manifestaciones, los jóvenes metieron a la agenda política el debate de educación gratuita en Chile,  uno de los países más caros del mundo para estudiar. 

Ahora los jóvenes apoyarían a Bachelet desde el congreso, donde el partido de la exmandataria no consiguió suficientes escaños para darle una mayoría calificada.