El triunfo de los pueblos indígenas en Ecuador
El movimiento de pueblos originarios en Ecuador logró la derogación de un decreto que eliminaba el subsidio a los combustibles. Las protestas demostraron la solidaridad de la sociedad ecuatoriana, pero también su racismo
Mariana RecamierLas protestas que duraron más de diez días en Ecuador finalizaron gracias a un acuerdo entre el presidente Lenin Moreno y el los movimientos indígenas. El trato representa un triunfo para los pueblos originarios y las manifestaciones previas fueron una lupa que hizo evidente la relación entre estas comunidades y el resto de la población ecuatoriana.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), organización que lideró las protestas, tuvo éxito en su petición principal: derogar el decreto presidencial 883 que eliminó los subsidios a combustibles.
“En este momento una comisión trabaja en la redacción del decreto que lo reemplaza. Festejamos la victoria, pero esto no termina hasta que el acuerdo se concrete a cabalidad”, publicó la Conaie en su cuenta de Twitter.
Los indígenas protestaron porque estaban en contra de un conjunto de medidas económicas adoptadas por el gobierno de Moreno, entre las que destacan la eliminación del subsidio a los combustibles y una baja de salarios de hasta un 20 por ciento en contratos temporales del sector público.
El gobierno informó que el objetivo de las reformas era equilibrar las finanzas del país. El ministro de Economía y Finanzas, Richard Martínez, dijo que los ajustes respondían al acuerdo entre las autoridades ecuatorianas y el Fondo Monetario Internacional (FMI). gracias al cual el país obtuvo acceso a créditos por 4 mil 209 millones de dólares en tres años.
La medida sobre los subsidios al combustible generó el 3 de octubre alzas de hasta 123 por ciento en los precios del diésel y la gasolina. Esto dio continuidad a las protestas que empezaron un día antes y fueron encabezadas por indígenas, quienes representan el 25 por ciento de los 17.3 millones de habitantes.
Los indígenas también son el sector más castigado por la pobreza. Con el alza de combustibles, las comunidades originarias debían pagar más para transportar sus productos del campo y temían una inflación generalizada. Por esas razones decidieron salir a las calles.
La también profesora de literatura en la Universidad San Francisco de Quito asegura que el movimiento indígena en Ecuador es el más potente de todos por su historia de resistencia.
Las protestas fueron lideradas por la Conaie, organización que participó en los derrocamientos de tres mandatarios ecuatorianos entre 1997 y 2005.
De acuerdo con su página oficial, la Conaie es un movimiento político que fue fundado el 16 de noviembre de 1986, tras un largo período de gestación comenzado en 1980 con la constitución del Consejo Nacional de Coordinación de las Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conacnie).
Este grupo incluye la totalidad de los movimientos indígenas de Ecuador y su objetivo principal es la defensa del derecho a la autogestión de los territorios étnicos, la conservación de los rasgos culturales de la identidad indígena y la plena equiparación del indigenado respecto al resto de los ciudadanos.
Más allá del decreto, la relación de Ecuador con los indígenas
La escritora Balladares agrega que las protestas de los indígenas también revelaron cómo es la relación entre las comunidades originarias y el resto de ecuatorianos.
“Las manifestaciones al ser una instancia crítica de la vida social sacaron lo mejor y peor de las relaciones entre los indígenas y los mestizos… No se alteraron, sino que se observaron como si hubiera una lupa enfrente”, describe la también integrante del comité editorial de la revista Sycorax.
La escritora añade que lo mejor que se pudo ver con las manifestaciones es que algunas personas mestizas acompañaron, dialogaron y agradecieron a las comunidades indígenas por sus protestas.
La parte negativa fueron los comentarios racistas que provenían de un espectro social que incluía actores de televisión, políticos y ciudadanos, por emplo, el exalcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, emitió una declaración ofensiva contra los manifestantes.
“Recomiéndeles (a los indígenas) que se queden en el páramo”, fue la respuesta del exlider del cabildo en un programa de televisión.
“Se aprecia en los comentarios de la gente y de algunos políticos cómo se preserva en nuestro imaginario la idea del ‘indio’ como un otro al que hay que rechazar, con quien no podemos identificarnos ni apoyar en su lucha”, comenta la autora.
Además, la escritora considera que las manifestaciones permitieron una restauración del tejido social en Ecuador.
“Una consecuencia positiva es la restauración del tejido social en Ecuador después de años de persecución a líderes indígenas y sociales. En estas movilizaciones se restaura la posibilidad de la protesta social porque aunque el gobierno los criminalizó, el movimiento indígena, los estudiantes y los trabajadores salieron a las calles a reclamar a aquello que consideran justo”.
Siguiente paso
Moreno aclaró por Twitter que se sustituirá el decreto 883 por uno nuevo que contenga mecanismos para focalizar los recursos en quienes más los necesitan.
“Debe ser un decreto que no cargue sobre los hombros de la clase media y los menos favorecidos del país la responsabilidad de empezar a ahorrar dinero. El decreto debe poseer la suficiente imaginación para pensar alternativas menos dolorosas para la población en general”, concluye la escritora ecuatoriana.