La Organización Mundial de la Salud (OMS) dio un golpe certero en la pelea geopolítica por el desarrollo de una vacuna que permita enfrentar al COVID-19.
El organismo asegura que las campañas de vacunación no llegarán a los países hasta mediados de 2021, en tanto se esperan los resultados de ensayos clínicos de vacunas candidatas que en estos momentos estarán en fases finales hacia finales de este año o comienzos del siguiente.
La doctora Soumya Swaminathan, portavoz de la organización, adelantó que hay más de 30 vacunas candidatas, nueve de las cuales ya se encuentran en la última etapa de ensayos clínicos. Sin embargo, una vez que se pruebe su efectividad, el mayor reto es la producción de millones de dosis y su transporte a los países.
Estas declaraciones resultan un desafío para algunos gobiernos como el estadounidense, dado que el presidente Donald Trump prometió que habría una vacuna lista en su país el 1 de noviembre, dos días antes de que se desarrolle la jornada electoral en la cual busca reelegirse como representante de la Casa Blanca.
El mandatario, quien ya se encuentra en campaña política, envió una carta a los gobernadores para solicitarles que se alisten para agilizar la distribución de la vacuna entre la población, por lo que esta promesa se ha convertido en su apuesta electoral.
En tanto, la vacuna rusa contra el COVID-19, llamada Sputnik V como referencia al lanzamiento del primer satélite del mundo por parte de la Unión Soviética, produjo respuesta de anticuerpos en todos los participantes durante las primeras fases de los ensayos clínicos, de acuerdo con un artículo publicado por la revista The Lancet.
Rusia aprobó la aplicación de la vacuna en dos inyecciones para su uso en el país desde agosto, antes de que se publicaran datos sobre la inmunización o se iniciara un ensayo a gran escala, lo cual fue un foco de alarma para diversos organismos, entre ellos la OMS.
“Sabemos que en el desarrollo de vacunas se espera que un 10 por ciento de los ensayos sean exitosos, entonces tener muchas candidatas en etapas de testeo nos da esperanza de que varias podrían probar ser seguras y efectivas”, dijo Soumya Swaminathan.
Barrera nacionalista a la OMS
La prisa por el desarrollo de la vacuna contra el coronavirus es una carrera que diversos países corren a contrarreloj, sin embargo, también pudiera ser una razón para obstaculizar los avances científicos.
Es por ello que Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, llamó a los países a unir fuerzas para hacer frente a la pandemia, ya que el “nacionalismo por las vacunas” sólo frenaría la respuesta.
La OMS y la alianza GAVI lideran un plan de asignación de vacunas para el mundo conocido como COVAX, cuyo objetivo es comprarlas y distribuirlas de forma equitativa, proyecto en el que no participa Estados Unidos.
“Algunos países han establecido restricciones a la exportación y se han producido varios casos de requisición de suministros médicos clave para uso nacional. Este nacionalismo de la oferta ha exacerbado la pandemia y contribuido al fracaso total de la cadena de suministro a escala mundial”, declaró Ghebreyesus.