El precio de la paz

El próximo 15 de marzo se cumplirá el segundo aniversario del inicio de la revuelta en Siria que busca derrocar al presidente Bashar al Assad.

Hasta antes de este lunes, ningún oficial de alto rango había aceptado públicamente la propuesta de dialogar con la oposición para buscar acabar con la violencia que precipita al país a una enorme crisis humanitaria y económica.

Ese día, el canciller sirio Walid al-Moallem ofertó la posibilidad de sentarse con los rebeldes a fin de llegar a un acuerdo.

Jorge Mireles Jorge Mireles Publicado el
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por ciento del PIB es la deuda pública del gobierno hasta el año pasado.
"Tengo que ocupar el rol de padre y dejar a un lado el de madre emocional para asegurar la vida de mis hijas. Soy una de las miles de mujeres viudas en Siria”
AliaRefugiada siria 
de la provincia de Aleppo
Junto con la guerra ha venido el desempleo, la inflación, la devaluación de la libra siria y el aumento a la deuda pública
Además de la devastación, el conflicto en Siria ha dejado cuantiosos daños humanitarios y sociales: falta de comida y techo

El próximo 15 de marzo se cumplirá el segundo aniversario del inicio de la revuelta en Siria que busca derrocar al presidente Bashar al Assad.

Hasta antes de este lunes, ningún oficial de alto rango había aceptado públicamente la propuesta de dialogar con la oposición para buscar acabar con la violencia que precipita al país a una enorme crisis humanitaria y económica.

Ese día, el canciller sirio Walid al-Moallem ofertó la posibilidad de sentarse con los rebeldes a fin de llegar a un acuerdo.

No obstante, el país ha tenido que pasar por mucho para que sus dirigentes –y la comunidad internacional– tomaran la iniciativa definitiva para iniciar el proceso, sino de paz, de disminución de la brutalidad con la que se pelea el conflicto.

Cuantiosos daños materiales, pérdidas humanas que superan las 70 mil muertes y una economía que está al borde del colapso es el saldo que ha dejado la guerra civil.

El precio social de la paz

Las últimas cifras publicadas por Naciones Unidas en febrero de este año elevan a 70 mil muertos, distribuidos entre soldados leales al régimen del dictador, militares de las diferentes facciones rebeldes, civiles y extranjeros.

Los alimentos escasean y en las diversas provincias del territorio se presentan largas filas para obtener una pieza de pan.

De acuerdo a la Organización de Alimentos y Agricultura de las Naciones Unidas (FOA, por sus siglas en inglés), 3 millones de sirios necesitaban asistencia relativa a la alimentación de manera urgente en 2012.

La incursión de grupos extremistas islámicos también ha agravado la situación, pues ha fragmentado el frente opositor, volviéndola carente de homogeneidad y augurando un futuro incierto en caso de que el golpe de Estado se logre.

De igual forma, la asistencia de armas a los rebeldes ha sido mermada por este factor, debido a que potencias occidentales como Estados Unidos y Europa no se han decidido a enviar armamento, por temor de que caiga en lo que ellos consideran las “manos equivocadas”.

El éxodo sirio

Una vez estallada una guerra, es casi inminente la salida de sus habitantes quienes tratan de eludir la violencia.

El caso de Siria no ha sido la excepción y la última actualización de la Alta Comisión de Naciones Unidas por los Refugiados indica que cerca de un millón de personas han cruzado las fronteras sirias, huyendo de la batalla, la hambruna y la destrucción.

Los países que más refugiados han recibido son Jordania y Líbano, con alrededor de 300 mil individuos cada uno; Turquía, Irak y Egipto completan la lista.

Y aunque huyen del terror de una guerra civil que reporta a diario más de una centena de muertos, de acuerdo a estimaciones del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos con sede en Gran Bretaña, se enfrentan a otra pesadilla: campos de refugiados sobrepoblados, en condiciones infrahumanas y con apenas lo necesario para sobrevivir.

Solamente el lunes 25 de febrero de 2012, 3 mil 50 sirios llegaron a un campo jordano, según la Organización Internacional para la Inmigración (IOM, por sus siglas en inglés).

La IOM reportó un arribo de por lo menos 50 mil personas el mes de enero a Jordania.

Una economía 
en caída libre

Tres de las revueltas más importantes de la denominada Primavera Árabe –las insurgencias en Libia, Egipto y Siria– guardan dos paralelismos, entre los muchos que podemos encontrar: gobiernos autócratas con décadas en el poder como motivación y una economía fracturada, paralizada y en deterioro por el conflicto.

Siria se contrajo económicamente en 2012 debido a las sanciones internacionales, además de que se redujo el consumo y la producción (-2.3 por ciento, como estimado).

El desempleo pasó de 14.9 por ciento a 18 de 2011 a 2012, además de que el último reporte del año pasado del presupuesto mostró un déficit de 9.5 por ciento.

La deuda pública, que en 2011 equivalía 35.2 por ciento del Producto Interno Bruto aumentó casi 10 puntos en un año.

La inflación se disparó y pasó de 4.8 a 33.7 por ciento entre 2011 y 2012; las exportaciones se desplomaron por la mitad en el mismo periodo (de 10.3 mil millones de dólares a 4.9 mil millones de dólares).

Las reservas tuvieron la misma suerte y con ello, la libra siria (SYP) en caída libre: en 2010, el tipo de cambio era de 11.225 SYP por dólar; el último estimado indica 63.94 libras por divisa estadounidense.

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