El poder de Pedro

Pedro Sánchez, líder del PSOE, tendrá una vez más en sus hombros la responsabilidad de que Mariano Rajoy asuma como presidente de España o se convoque a otras elecciones. O bien, pactar con Pablo Iglesias la conformación de un gobierno de coalición.

Ante la distribución de los escaños en las Cortes Generales producto de la elección del pasado 26 de junio, nuevamente, ningún partido cuenta con los números suficientes para lograr la investidura de su presidente.

Carlos Salazar Carlos Salazar Publicado el
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de los encuestados están de acuerdo en que el PP debe gobernar España debido a los resultados electorales, aunque no cuente con la mayoría absoluta

Pedro Sánchez, líder del PSOE, tendrá una vez más en sus hombros la responsabilidad de que Mariano Rajoy asuma como presidente de España o se convoque a otras elecciones. O bien, pactar con Pablo Iglesias la conformación de un gobierno de coalición.

Ante la distribución de los escaños en las Cortes Generales producto de la elección del pasado 26 de junio, nuevamente, ningún partido cuenta con los números suficientes para lograr la investidura de su presidente.

El Partido Socialista Obrero Español (PSOE), contra todos los pronósticos, se mantuvo como principal fuerza de oposición al alcanzar el segundo lugar en la votación cuando parecía que sería rebasado por la alianza Unidos Podemos.

Con los diputados que tiene en el Congreso, el PSOE es el partido que puede definir la formación de gobierno, sin embargo, las opciones que tiene son diametralmente opuestas.

Sánchez y la cúpula del PSOE ya anunciaron que no apoyará la investidura del presidente en funciones y descartaron cualquier alianza con Pablo Iglesias y Podemos.

Sin embargo, en el horizonte está el escenario nada deseable para la democracia española, de que puedan ser convocadas unas terceras elecciones, lo que ningún partido quiere por el elevado costo político que pudiera tener una nueva legislatura fallida.

En este sentido, cobra especial relevancia el camino que seguirá Sánchez, quien en la pasada legislatura intentó en dos ocasiones la investidura, fracasando en ambas, por lo que deberá actuar con mayor prudencia.

Rajoy, necesita apoyos y alianzas para poder ser investido nuevamente como presidente del gobierno español, pues aunque el Partido Popular (PP) fue el vencedor de las elecciones, logrando 137 escaños, aún queda lejos de los 176 necesarios para lograr la mayoría absoluta.

El presidente en funciones dejó clara su postura de que su primera opción es formar un gobierno de gran coalición con el PSOE, y se espera que el día de hoy se reúna con Pedro Sánchez para conocer sus intenciones.

Sumados los diputados del PP y el PSOE superan la cifra requerida para formar gobierno, sin necesidad de pactar con las demás fuerzas políticas, sin embargo, la opción de la alianza luce complicada, por lo que la esperanza de Rajoy es la abstención del partido de Sánchez.

Gobierno de izquierda

Tras la reunión del Comité Federal del PSOE el fin de semana pasado, Pedro Sánchez anunció que su partido no votará a favor de Rajoy ni tampoco se abstendrán en la votación.

Si se cumple esta postura, a Sánchez aún le queda la vía de buscar un acercamiento con Pablo Iglesias, quien ya le ha pedido que voltee a la izquierda y no al PP.

Iglesias, líder del Podemos, se reunió el día de ayer con Mariano Rajoy para comunicarle que no apoyará su investidura, lo que ya se esperaba.

La relación entre Sánchez e Iglesias ha sido de amor y odio.

A principios de año, cuando se formó la pasada legislatura, estuvieron negociando un gobierno que sería encabezado por Sánchez y donde se incluiría parte del programa de gobierno de Podemos.

Sin embargo, hubo factores que los alejaron, como el programa social que proponía Podemos, y la negativa de la cúpula del PSOE, así como la posterior alianza de los socialistas con Ciudadanos, partido de derecha.

Sánchez ha acusado desde hace meses a Iglesias por bloquear la formación de gobierno, incluso en la reciente campaña electoral elevó el nivel de sus señalamientos en contra del dirigente de Podemos.

Iglesias, sin embargo, sigue expresándose a favor de un gobierno de izquierda, y de manera directa o indirecta ha intentado tender la mano a los socialistas para poder formar gobierno.

Los números del PSOE y Podemos suman menos escaños que los obtenidos en diciembre pasado, por lo que tendrían que convencer al resto de las fuerzas opositoras para aglutinar un solo bloque contra Rajoy.

La presión aumenta

Si se da por descontado que Podemos pueda apoyar por activa o pasiva cualquier gobierno con Mariano Rajoy, toda la presión sobre el éxito o fracaso de la formación de gobierno ha recaído sobre Pedro Sánchez y el PSOE.

Tanto Rajoy como Iglesias, de manera directa o indirecta han puesto el balón en la cancha de Sánchez, creando la percepción de que la formación de gobierno pasa por la decisión que tome.

Por el momento, ninguna de las tres opciones con las que cuenta el PSOE parece que se vayan a producir, ni el apoyo a Rajoy, ni la abstención, ni la alianza con las fuerzas de izquierda encabezadas por Podemos.

El electorado español está claramente en contra de unas terceras elecciones, y se vislumbra que incluso entre los votantes del PSOE se inclinan más por una abstención que facilite el gobierno de Rajoy, para lograr la estabilidad política.

Sea cual sea el resultado de la próxima legislatura, que a más tardar tendrá que formarse el próximo 20 de julio, será el PSOE y Pedro Sánchez quienes asuman el costo político en mayor manera.

Los escenarios

>El PSOE ya anunció que no apoyará la investidura del presidente en funciones y descartaron cualquier alianza con Pablo Iglesias y Podemos.

>El presidente en funciones dejó clara su postura de que su primera opción es formar un gobierno de gran coalición con el PSOE.

>Sumados los diputados del PP y el PSOE superan la cifra requerida para formar gobierno sin necesidad de pactar, sin embargo, la alianza luce complicada.

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