‘El Patrón del Mal’ sigue vivo

Durante los años 80, en Colombia, un hombre flotaba en el poder. Buscado por las autoridades e idolatrado por muchos, Pablo Emilio Escobar Gaviria era conocido por ser un magnate de la droga.   

En el vigésimo aniversario de su muerte, el fundador del Cártel de Medellín fue recordado ayer por varios de sus seguidores, mientras su hermana destacaba la enorme presencia del narcotraficante en su país natal. 

Luz Marina Escobar, hermana del capo, aseguró que “para todas las personas que tanto lo odian como lo quieren, Pablo está vivo todavía”.

Andrea B. Assunto Andrea B. Assunto Publicado el
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Durante los años 80, en Colombia, un hombre flotaba en el poder. Buscado por las autoridades e idolatrado por muchos, Pablo Emilio Escobar Gaviria era conocido por ser un magnate de la droga.   

En el vigésimo aniversario de su muerte, el fundador del Cártel de Medellín fue recordado ayer por varios de sus seguidores, mientras su hermana destacaba la enorme presencia del narcotraficante en su país natal. 

Luz Marina Escobar, hermana del capo, aseguró que “para todas las personas que tanto lo odian como lo quieren, Pablo está vivo todavía”.

Y a pesar de que ha ofrecido disculpas públicas en muchas ocasiones, por los miles de  asesinatos de los que fue responsable su hermano, está consciente de lo difícil que esto puede ser para un país que aún padece la estela de violencia que dejó Escobar y todo su cártel.  

Y no se equivoca, pues la sociedad colombiana tiene en sus adentros muy presente la droga. A penas ayer,  las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), factor principal de la violencia que ha vivido el país desde fines de los 60, pidieron al gobierno de Juan Manuel Santos “descriminalizar” el cultivo de cocaína en Colombia, así como el consumo de drogas sicoactivas. 

Esta historia de narcotráfico comenzó con Pablo Escobar, también conocido como “El Patrón del Mal”, pero no concluyó con su asesinato en tejados de Medellín cuando huía de la policía en 1993. 

Durante su época de esplendor, fue perseguido por la DEA, intentó ser político y se sabía que no era partidario de perdonar a los enemigos.  

Actualmente hay empresas informales que se dedican a dar recorridos por los sitios claves de la vida del capo. Uno de los lugares obligados es la tumba del cementerio Montesacro donde yace Escobar desde 1993, y al que  ayer asistieron centenares de personas, informó la cadena Caracol. 

Y es que, a pesar de las desgracias que dejó como legado en el pueblo colombiano, Pablo Emilio sigue presente en la memoria de muchos como “un Robin Hood paisa”. 

 

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