El nuevo atractivo de Brasil
El plan de reformas del presidente brasileño provoca que el gigante de América Latina sea más atractivo para los inversionistas. La bolsa de Sao Paulo registra alzas desde que el mandatario tomó protesta y el FMI anticipa un crecimiento de 2.5 por ciento en el país para 2019
Mariana RecamierEl presidente Jair Bolsonaro convierte poco a poco a Brasil en un país atractivo para los inversionistas. Sus proyectos sobre reformas y su plan general de apertura del mercado provocan que nuevos actores se interesen en el gigante de América Latina.
De acuerdo con encuestas, los inversionistas quieren apostar en Brasil porque el mandatario prometió un gobierno distinto al de sus predecesores a partir de establecer una serie de reformas. Los interesados se mantienen optimistas y consideran que los cambios están cerca.
Una encuesta de enero del Bank of America de Merrill Lych muestra que alrededor de 90 por ciento de los encuestados espera que el indicador de acciones del país termine el año por encima de los niveles actuales.
Además, las acciones en la mayor economía de Latinoamérica serán las de mejor desempeño en la región este año, según el 68 por ciento de los inversionistas encuestados que asistieron a la conferencia anual de directores ejecutivos del Banco Santander en América Latina.
El nuevo presidente reforzó esa nueva confianza de los inversionistas en su discurso del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) que se realizó la semana pasada en Davos.
El mandatario dijo que trabajará para abrir la economía de Brasil, reducir y simplificar los impuestos, privatizar activos y dar a su ministro de Justicia, Sergio Moro, lo necesario para enfrentar la corrupción.
Bolsonaro también mencionó que erradicará la ideología de izquierda de la política y sociedad brasileña.
“Representamos un punto de inflexión a los ojos de los brasileños, un momento decisivo en el que los sesgos ideológicos ya no tendrán cabida”, declaró en su breve discurso.
El exmilitar añadió que le pidió a su ministro de Economía, Paulo Guedes, que haga lo necesario para situar a Brasil entre los 50 mejores países para hacer negocios, comparado con el puesto 109 que ocupaba en la última encuesta del Banco Mundial.
Los números actuales ya reflejan un panorama optimista. La bolsa de Sao Paulo renovó el jueves pasado su máximo y cerró en verde por quinta semana consecutiva, en medio de la expectación de los inversores sobre las medidas económicas prometidas por el nuevo Gobierno de Bolsonaro.
El mercado brasileño avanzó un 1.16 por ciento y su índice Ibovespa, referencia del parqué, terminó la jornada en 97 mil 677 puntos
A la subida del índice también contribuyeron las ganancias bursátiles registradas el mismo día por algunas de las principales empresas de la bolsa brasileña, como la petrolera estatal Petrobras y la minera Vale, la mayor exportadora de hierro del mundo.
De acuerdo con los últimos datos disponibles del Banco Mundial, Brasil es el tercer país más endeudado de América Latina con el 78 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Tenorio Aguilar explica que los inversionistas se sienten atraídos por Brasil por los proyectos que se espera saque adelante Bolsonaro, entre ellos las reformas estructurales que pretenden dar un saneamiento al sistema de pensiones, la reforma fiscal para gravar más la riqueza sin atacar a los capitales corporativos y las iniciativas para promover la inversión extranjera.
“La reformas pueden ayudar incluso a que Brasil recupere el grado de inversión y baje la presión a las finanzas públicas en términos de deuda externa y hace que las empresas brasileñas vuelvan a acceder a créditos extranjeros”, dice el economista.
Tenorio Aguilar adelanta que los inversionistas pueden estar interesados en sectores como la industria metalmecánica, servicios financieros y energía.
FMI aplaude reformas
El Fondo Monetario Internacional (FMI) aplaudió la agenda de reformas lanzada por Bolsonaro desde el viernes pasado, con especial énfasis en la del sistema de pensiones.
“Celebramos la agenda que la administración de Bolsonaro ha lanzado en el frente económico con reformas significativas para fortalecer las finanzas públicas, siendo la reforma de la seguridad social la más importante”, dijo Alejandro Werner, director del Hemisferio Occidental del FMI.
El FMI anticipa un crecimiento de 2.5 por ciento en el país para 2019 y de 2.2 por ciento en 2020.
Por otra parte, el analista político Marcos Marín Amezcua afirma que aún no se saben si los nuevos actores interesados en Brasil realizarán inversiones productivas o especulativas.
Las productivas son la compra de bienes que sirven para producir otros bienes o servicios que se pueden comercializar. La principal característica de las especulativas es que son inciertas en la obtención de resultados y de rendimientos futuros.
Sin saber todavía la naturaleza de los inversionistas, el analista estima que es posible atraer a estos nuevos jugadores a la economía brasileña porque Bolsonaro toma distancia de los gobiernos anteriores y ofrece una nueva realidad.
“Es posible atraer inversionistas porque Bolsonaro marca distancia respecto a los gobiernos previos de Lula, Dilma y Temer. Sí es alguien que ofrece una nueva realidad, unas nuevas condiciones y eso le puede ser beneficioso a Brasil”, dice Marín Amezcua.
Norma Soto Castañeda, maestra en negocios internacionales, añade que los inversionistas también tienen que tomar en cuenta que Brasil vive inestabilidad política porque apenas comienza el gobierno de Bolsonaro.
“La inestabilidad política de un nuevo gobierno genera que no se invierta completamente porque los inversionistas están a la expectativa de cómo se mueve la nueva administración”, explica la también internacionalista.
Soto Castañeda agrega que Brasil está en un buen momento para captar inversión extranjera y que debe aprovechar para desarrollar los sectores que pueden beneficiar a la sociedad.
Por ahora sólo queda esperar la aprobación de las reformas del nuevo presidente de Brasil y sus consecuencias en la economía nacional. Las iniciativas se discutirán en el nuevo Congreso que inicia actividades el próximo 1 de febrero.