Fue en diciembre de 2019 cuando China informó sobre los brotes de una neumonía vírica que inició en la ciudad de Wuhan. Doce meses después, el virus ha causado la muerte de más de un millón de personas en el mundo y ha puesto en alerta de pandemia a la comunidad mundial.
Esta pandemia ha supuesto un reto para la comunidad científica, que avanza a pasos agigantados para encontrar la cura, y también ha puesto en jaque a los gobiernos, que han tenido que diseñar diferentes estrategias para reducir los contagios.
El balance no es optimista. La emergencia sanitaria ha sido causante de desencuentros, dado que algunos países -como Estados Unidos- han señalado a China como culpable de distribuir el virus por no alertar a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a tiempo para poder controlar los contagios y evitar una catástrofe internacional.
El gobierno del país asiático dio aviso a la OMS sobre los casos de una neumonía atípica el 31 de diciembre de 2019 y de acuerdo con los primeros informes, ubican al mercado de mariscos de Wuhan como el lugar donde iniciaron los contagios.
Autoridades chinas cerraron el mercado en enero y ordenaron la prohibición temporal de comercio y consumo de vida silvestre, dado que una de las teorías que más se viralizó es que el virus mutó a los humanos por el consumo de murciélagos o pangolines infectados.
El inicio de la pandemia aún está en polémica y algunas investigaciones ubican el primer contagio el 17 de noviembre de 2019, otras entre abril y septiembre del mismo año. La realidad es que desde que se conoció el virus, la comunidad científica ha centrado sus esfuerzos en investigar esta enfermedad.
Los científicos han declarado que más allá de establecer una fecha del inicio de la pandemia, lo más relevante es estudiar al COVID-19 dado que entender cómo es que se adaptó a los humanos, lo cual es parte del eslabón que ha dado paso a la generación de vacunas en la búsqueda para encontrar una cura efectiva.
Hasta ahora, el virus del SARSCov-2 ha contagiado a 63.7 millones de personas en el mundo, mientras que los países más afectados son Estados Unidos, con 13.7 millones de enfermos desde el inicio de la emergencia, e India, que contabiliza 9.5 millones de casos acumulados.
El número de personas que ha muerto a causa de la enfermedad es de más de 1.4 víctimas. Los países más afectados son Estados Unidos, Brasil, India y México, de acuerdo con datos del monitoreo de la Universidad Johns Hopkins.
“Descifrar al virus, analizar su evolución, dar una respuesta certera y rápida es lo que médicos, infectólogos y científicos han estado haciendo. Aunque hay investigaciones separadas, todas han partido de la colaboración y eso es el aprendizaje que deja la pandemia”, comparte Marisol Leñero Jiménez, médico operativo de salud en el trabajo en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
La esperanza en la vacuna contra la pandemia
Los gobiernos de las diferentes latitudes han emprendido distintas estrategias de salud para evitar los contagios, aunque el común en todos ha sido el establecer confinamientos, en algunos casos obligatorios y con toques de queda, además de cerrar las fronteras para evitar la movilidad.
El golpe a las economías es otra de las secuelas de la enfermedad. Pérdidas de empleo a causa del paro de las actividades ha sido otra constante durante este año de pandemia y mientras se avanza hacia la reactivación, se mantiene la esperanza en la vacuna que permitirá entrar de lleno a la nueva normalidad.
Por ahora las vacunas de las farmacéuticas Moderna, Pfizar y AstraZeneca se ubican como las primeras que podrían estar disponibles en el mundo hacia finales de este año e inicios del próximo, los acuerdos internacionales apuntan a que será el personal de la salud y grupos vulnerables quienes reciban las primeras dosis.
En tanto, del 21 al 29 de noviembre, los contagios de COVID-19 se han mantenido en aproximadamente cuatro millones de casos nuevos, mientras que las nuevas muertes han seguido aumentando a más de 69 mil a nivel mundial, de acuerdo con el último reporte epidemiológico de la OMS.
Por ahora, “pandemia” ha sido elegida como la palabra de 2020 mientras en el mundo, la población tiene la esperanza de que el próximo año termine esta crisis que obligó a la sociedad a transformarse.
“Las vacunas ya son una realidad. Los avances fueron enormes y esto deja como lección que como médicos e investigadores debemos estar preparados porque no somos inmunes ante nuevas enfermedades”, puntualiza la especialista.