En un evento conmemorativo del Día de la Mujer en Irán, el presidente de Irán Hassan Rouhani criticó a “aquellos que consideran la presencia de las mujeres en la sociedad como una amenaza”, y admitió que el país aún tiene mucho que mejorar en cuanto a la igualdad de género.
El mandatario, un religioso moderado, fue elegido en junio de 2013, lo que significó un cambio importante en el plano político frente al antiguo régimen ultraconservador de Mahmoud Ahmadinejad.
“No aceptaremos la cultura de discriminación sexual. Las mujeres deben disfrutar la igualdad de oportunidades, igualdad de protección e igualdad de derechos sociales”, declaró hace unos días en una conferencia televisada en vivo.
“De acuerdo a las leyes islámicas, el hombre no es el sexo más fuerte y la mujer no es el más débil”, agregó, lo que provocó calurosos aplausos.
‘Gran error’
Sin embargo, el Líder Supremo Ayatollah Ali Khamenei, la mayor autoridad de Irán, comentó que la igualdad de género es “uno de los mayores errores del pensamiento occidental”.
Añadió que aunque no se opone al empleo femenino, este no debería entrar en conflicto con el rol de la mujer en el “ambiente familiar y el hogar”.
Amnistía Internacional publicó en 2013 un reporte en el que denunció que las mujeres en Irán son víctimas de “discriminación en la ley en cuanto al matrimonio y el divorcio, herencias, custodias de hijos, nacionalidad y viajes al exterior”.
