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"(Correa) ha podido reincidir en su país, pero digamos que no tiene un proyecto expansivo ideológico político como el de Chávez”
En el continente americano, abajo a la izquierda todo es de izquierda. O al menos casi todo.
Desde las últimas décadas, la tendencia de los gobiernos en Latinoamérica ha sido de inclinarse por los ideales socialistas.
Por un largo tiempo y de manera aislada, Fidel Castro y la Cuba socialista fueron el estandarte. Recientemente, el presidente venezolano Hugo Chávez y la revolución bolivariana.
No obstante, con la salud minada de ambos políticos –Castro lleva más de media década retirado y Chávez con cuatro intervenciones quirúrgicas al hilo para combatir el cáncer que padece desde 2011– un tercer personaje sale a escena: el mandatario de Ecuador Rafael Correa.
Todo apunta a que Correa seguirá siendo presidente los siguientes cuatro años, luego de arrasar con más del 57 por ciento la primera vuelta de los comicios federales.
Con el comandante Chávez que no asoma su cabeza por ninguna ventana y con los crecientes rumores de que su salud está muy deteriorada, es posible colocar al economista ecuatoriano como el próximo líder del frente socialista latinoamericano.
Te presentamos los paralelismos, las divergencias entre ambos y lo que dicen los expertos respecto a este promisorio cambio de estafeta.
Rafael Correa puede ser el sucesor
Existen múltiples factores que dan un peso importante a Rafael Correa dentro del movimiento de izquierda en América Latina.
— Correa y Chávez son líderes carismáticos, populares y persiguen el ideal del socialismo del siglo 21.
— Cada uno encabeza revoluciones construidas desde sus propia trinchera: el venezolano la bolivariana, gestada desde el intento de golpe de Estado 1992; el ecuatoriano, la ciudadana, iniciada a mediados de la primera década de 2000.
— Venezuela y Ecuador forman parte de la organización iniciada por el presidente Chávez, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA – TCP).
Ambos presidentes comparten el objetivo de dar a conocer a Latinoamérica como una “gran nación” y comúnmente la llaman “la patria grande”.
— Los dos pertenecen a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), y basan gran parte de su economía y sus políticas sociales en las ganancias de la venta de crudo.
— El comandante Chávez asumió la presidencia en 1999 y a pesar de que Correa lo hizo ocho años después, los dos gobiernos se han encargado de generar cambios en sus respectivos países, muy similares.
Reducción de la pobreza, aumento del PIB, generación de empleo, nacionalización de la banca y recuperación de la soberanía del petróleo, son elementos clave en el pilar del socialismo que los mandatarios latinoamericanos han logrado fortalecer a lo largo de sus mandatos.
“Venceremos”, lema siempre presente en los discursos y tweets de ambos jefes de Estado, con éste se destaca el triunfo del poder popular que persiguen desde sus inicios.
— Los presidentes de Venezuela y Ecuador se identifican con la población de escasos recursos, que en gobiernos anteriores habían estado desatendidas, como lo son las poblaciones indígenas.
Esto les ha otorgado a Chávez y a Correa la admiración de las mayorías en sus respectivos países, lo que ocasionó que ganaran las reelecciones con 54.4 (2012) y 57 (2013) por ciento, respectivamente.
— La fuerza política de ambos mandatarios es mayoría en sus correspondientes Asambleas Nacionales.
El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) encabeza el poder Legislativo en la reciente administración chavista, además de dominar las gubernaturas estatales.
El partido de Correa, el Movimiento Alianza País (MAP), triunfó de manera arrolladora en los pasados comicios: con el 30 por ciento del conteo, había obtenido 93 curules de 112 posibles.
“Una mayoría en la Asamblea nos va permitir profundizar con mucha más rapidez este cambio histórico que es la revolución ciudadana”, dijo Rafael Correa el domingo anterior.
Quizás Chávez le queda grande
En Venezuela, cuando se hace la pregunta de si el vicepresidente Nicolás Maduro podrá sustituir al actual presidente en caso de que éste no pueda continuar, la respuesta escéptica generalmente es: “Maduro no es Chávez”.
Lo mismo podrían responder los detractores de Correa si se planteara la posibilidad de que tome la batuta de la región.
Ecuador tampoco es Venezuela, al menos en términos petroleros.
— A pesar de que la producción ecuatoriana de petróleo es considerable para el tamaño de su población (14.48 millones de personas y exportaciones valuadas en los 14.02 mil millones de dólares, según datos de la OPEP), se queda corta si se quisiera tener el mismo poder e influencia que el hidrocarburo le da a Venezuela con sus vecinos y aliados: 29.07 millones de habitantes y 88.13 mil millones de dólares en venta de crudo.
— Las reservas venezolanas comprobadas son también abrumadoramente mayores a las ecuatorianas: 297.57 mil millones de barriles contra solo 8.24 mil millones.
En una entrevista para Reporte Indigo publicada en anteriormente, la periodista venezolana Charito Rojas explicó que el crudo permite a Chávez mantener a los países del ALBA a su favor: “todos ellos reciben petróleo de Venezuela y están cuidando su cuota”.
— Rafael Correa argumentó que no volvería a candidatearse a la presidencia después de que concluya periodo 2017, por lo que se ve difícil que en solo cuatro años pueda ganar el apoyo que a Chávez le tomó más de una década.
— Ocarina Espinoza, periodista del diario venezolano El Universal, respondió para Reporte Indigo que no cree que Correa tome el puesto de Chávez en América Latina.
“El supuesto liderazgo en Latinoamérica del presidente Chávez está en el manejo del petróleo y los petrodólares que ha tenido”, dijo.
“Es una relación basada en los beneficios de comercialización que mantiene Chávez con las naciones miembros (del ALBA y Petrocaribe)”, agregó.
Sobre el presidente ecuatoriano, dijo que quizás “ha podido reincidir en su país, pero digamos que no tiene un proyecto expansivo ideológico político como el de Chávez”.