El futuro de Puerto Rico en Estados Unidos
La isla desarrollará una consulta en la que definirá si se convierte en una entidad más de Estados Unidos, aunque la consumación de la decisión dependerá de los legisladores en el Capitolio
Mara EcheverríaPuerto Rico está por definir su reconstrucción. La isla se alista para determinar en un plebiscito su futuro político, donde los votantes decidirán si se convierten o no en una entidad más de Estados Unidos.
Este referéndum, que se desarrollará después de la crisis política que enfrentó el gobierno de la isla el año pasado, se realizará el 3 de noviembre, el mismo día de la elección presidencial estadounidense, en la cual los puertorriqueños no tienen derecho a participar.
Wanda Vázquez, gobernadora de Puerto Rico, firmó una ley para aprobar la consulta no vinculante sobre si la isla quiere ser o no un estado más de Estados Unidos en mayo pasado. Este será el sexto plebiscito sobre del estatus de la isla, después de los desarrollados en 1967, 1993, 1998, 2012 y 2017, los cuales no han contado con el respaldo de Washington.
La Ley para la Solución Final del Estatus Político de Puerto Rico busca definir el futuro de la isla y poner fin a la desigualdad económica, social y política por parte de la Casa Blanca, de acuerdo con declaraciones de Wanda Vázquez.
“Nunca antes en nuestra historia se nos ha presentado la oportunidad de dar un mandato tan contundente al gobierno de Puerto Rico ni un mensaje tan claro al Congreso de Estados Unidos sobre nuestro destino como pueblo”, dijo la gobernadora el 16 de mayo al aprobar la ley.
La consulta tendrá sólo una pregunta: “Debe Puerto Rico ser admitido inmediatamente dentro de EU como un estado”, con la opción de contestar sí o no, lo cual ha causado un debate debido a que hay voces que consideran que es un cuestionamiento a favor de la estadidad.
Al respecto, el Departamento de Justicia Federal de Puerto Rico negó la asignación de 2.5 millones de dólares para el referéndum, decisión que notificó a la Comisión Estatal de Elecciones (CEE) el 29 de julio. Para la autoridad, el lenguaje en las boletas es engañoso y está construido a favor de la estadidad.
Cabe referir que el Departamento de Justicia Federal tampoco aprobó el presupuesto para la consulta de 2017 bajo el argumento de que el gobierno de Estados Unidos no ha reconocido la validez de los resultados de los plebiscitos.
A esto se añade que, de acuerdo con analistas, la opción de voto para que Puerto Rico se convierta en un estado más del territorio estadounidense cierra la puerta a quienes buscan que ésta sea una nación independiente.
La realidad es que sólo un porcentaje de ciudadanos puertorriqueños considera la independencia de la Casa Blanca como una vía para la isla, de acuerdo con los resultados de anteriores referéndums en los que sí se consideró esta pregunta.
En 2017, participó medio millón de los 2.6 millones de electores habilitados para dar su opinión en la consulta. De los votantes, 97 por ciento aprobó ser considerado un estado más del país de las barras y las estrellas.
Cinco años antes, en 2012, el 61.15 por ciento votó por convertirse en el estado número 51 Estados Unidos, 33.31 por ciento por ser un estado libre asociado soberano y el 5.53 por ciento por la opción de una nación independiente.
En tanto, la adhesión de Puerto Rico como un estado cuenta con el respaldo de los estadounidenses. Al cierre de 2019, el 66 por ciento estaba a favor y sólo 27 por ciento en contra, de acuerdo con una encuesta publicada por Gallup.
Las cifras se han movido un poco y en la actualidad el 54 por ciento de los estadounidenses está a favor la estadidad para Puerto Rico, según un sondeo publicado por Data for Progress y YouGov Blue, en el que revelan que el apoyo aumenta a 56 por ciento cuando se pregunta a os residentes de Florida, el estado con más migrantes de la isla.
“Si bien el movimiento a favor de la estadidad de Puerto Rico fue menor, el nivel inicial de apoyo fue mayor. El año pasado, alrededor del 53 por ciento de los votantes apoyaron la estadidad de Puerto Rico. Ahora, poco más del 54 por ciento lo hace”, dice el análisis de Data for Progress y YouGov Blue.
La última palabra sobre Puerto Rico
Puerto Rico es un estado libre asociado a Estados Unidos desde 1952. Los puertorriqueños cuentan con pasaporte estadounidense, tienen acceso a la seguridad social de ese país y su moneda es el dólar, pero no tienen derecho a elegir presidente y su único representante en el Capitolio carece de voto.
Es por ello que con la estadidad, Puerto Rico busca un mayor apoyo financiero y tendría derecho a tener dos senadores y un número no determinado en la Cámara de Representantes en el Congreso estadounidense.
Sin embargo, el resultado del referéndum no tiene ningún efecto inmediato, dado que cualquier modificación en la relación entre la Casa Blanca y Puerto Rico debe ser aprobada por el Congreso, en donde hay una clara oposición republicana a la estadidad.
Con la elección presidencial en puerta, los candidatos a liderar la Casa Blanca han dejado claras sus posturas sobre el debate puertorriqueño, lo cual sirve como un termómetro de hacia dónde podría ir esto en el Capitolio, después del 3 de noviembre.
“Trabajaré con representantes que apoyen cada una de las opciones de status en Puerto Rico en un proceso justo y vinculante para que ellos puedan determinar su propio status”, declaró el político demócrata durante su campaña por el estado con más puertorriqueños en Estados Unidos.