Ante ‘la crisis de los balseros’, Washington y La Habana acordaron que EU aceptaría a 20 mil cubanos anualmente como refugiados
La situación migratoria de los miles de cubanos que están en proceso de instalarse a vivir en Estados Unidos resulta la gran incógnita luego de los anuncios que dieron ayer los presidentes Barack Obama y Raúl Castro respecto al inicio de un proceso de normalización de las relaciones diplomáticas en EU y Cuba.
La liberación del empresario estadounidense Alan Gross, detenido en Cuba desde 2009, además de los cubanos Antonio Guerrero, Ramón Labañino y Gerardo Hernández, condenados en EU por espionaje y terrorismo, marca el inicio de una restauración de las relaciones entre ambos países.
La isla liberó además a “un espía de origen cubano que trabajó al servicio de esa nación”, según dijo Castro en su discurso, de quien no se ha revelado su identidad.
La apertura dos embajadas en Washington y La Habana será la primera gran medida del paquete que negociaron Obama y Castro gracias a “las facilidades” que dio el gobierno de Canadá y la intercesión del papa Francisco, quien envió cartas a Castro y Obama instándolos a reanudar las relaciones.
Para los migrantes cubanos en Miami, la principal pregunta ahora es qué sucederá con el estatus que les otorga a los cubanos la ley conocida como Pies Secos, Pies Mojados, una de las principales victorias de la comunidad cubano-americana.
¿Cambio de estatus migratorio?
En 1980, luego de que el Gobierno cubano abrió sus costas para aquellos que tenían permiso, más de 125 mil cubanos huyeron a Estados Unidos.
La Guardia Costera de EU bautizó este hecho como el “Éxodo cubano de 1980”.
En 1994, ocurrió la “crisis de los balseros”, en la que miles de cubanos escaparon a EU en medio de una crisis económica.
Ese año, La Habana y Washington acordaron que EU aceptaría a 20 mil cubanos anualmente, con la condición de que el régimen de Castro controlara el éxodo de refugiados cubanos.
Es por ello que las preguntas más importantes de la comunidad cubana a raíz de los anuncios de ayer serán qué sucede con el estatus migratorio privilegiado que hoy tienen los cubanos.
Las leyes vigentes actualmente permiten que cualquier cubano que pise suelo estadounidense tiene derecho a pedir que se le reconozca como un migrante legal, con derecho a un permiso de trabajo, a ayuda para alimentación, seguro médico privado, acceso a la educación pública.
Los cubanos pueden pedir la residencia permanente tan solo a un año de vivir en Estados Unidos y la ciudadanía cuando cumplan cinco años en suelo nacional.
Estas canonjías han permitido a la comunidad cubana, especialmente la que está asentada en el sur de la Florida, formar un fuerte grupo económico, con presencia en la política local de manera predominante.
Muchos de los cubanos que residen actualmente en EU se encuentran en trámites legales para reunirse allí con familiares que aún permanecen en Cuba, muchos de ellos pedían acceso a este estatus legal pasando a EU desde la frontera mexicana o al obtener una visa de turista, que actualmente es de cinco años con entradas múltiples para ciudadanos cubanos.
El cambio de la relación bilateral podría convertir a los cubanos en una más de las nacionalidades que tiene que luchar para conseguir un estatus migratorio legal una vez instalados en Estados Unidos.