Al mencionar el nombre de Manny Pacquiao, la gente generalmente suele relacionar a este personaje con el boxeo, debido a que con este deporte se le conoció mundialmente. Sin embargo, hoy en día su posición es otra.
El exboxeador de origen filipino busca ganar las elecciones presidenciales de su país en mayo de 2022, dejando atrás el periodo de seis años del actual mandatario Rodrigo Duterte.
“Acepto con valentía el desafío de postularme como presidente de Filipinas. Necesitamos progreso. Necesitamos vencer a la pobreza. Necesitamos que el gobierno sirva a nuestra gente con integridad, compasión y transparencia. El tiempo es ahora. Estoy listo para enfrentar el desafío del liderazgo”, declaró Emmanuel Pacquiao.
I boldly accept the challenge of running as PRESIDENT of the Philippines. We need progress. We need to win against poverty. We need government to serve our people with integrity, compassion and transparency. The time is now. I am ready to rise to the challenge of leadership. 🇵🇭 pic.twitter.com/suN1zFTxyW
— Manny Pacquiao (@MannyPacquiao) September 19, 2021
Además, compartió que él entiende lo que necesita y pide la población filipina de escasos recursos, ya que él llegó a experimentar la pobreza al tener que salir a buscar su propia comida a través de cada una de sus peleas.
En ese sentido, ha dejado en claro que sus principales objetivos al arribar al Palacio de Malacañán, la residencia oficial de la presidencia, será combatir la pobreza y la corrupción, por la cual ya ha sido señalado Duterte.
Respecto a la postura política del exboxeador, es el maestro César Soto Morales, internacionalista con especialidad en Asia y académico de la UNAM, quien asegura que Manny Pacquiao sí tiene posibilidades de llegar a la jornada electoral, principalmente por la cercanía que tiene con la gente.
“En la política eso es muy importante y ejemplos hay muchos, como el de Ronald Reigan en Estados Unidos, o el de Ana Guevara y Cuauhtémoc Blanco en México. En Filipinas pasa igual y ahí Pacquiao es un hombre muy popular, lo quiere mucho la gente porque él representa una historia de alguien que era pobre, que fue subiendo (en su carrera), y comprende que la mayoría de las personas tienen carencias; entonces, eso en la política sirve mucho y atrae bastantes votos”, opina.
Sin embargo, para que Emmanuel Pacquiao suba en las encuestas que actualmente lo posicionan como la quinta opción más popular a las presidenciales, tiene que empezar a reforzar diferentes aspectos.
Entre ellos, seguir enfocándose en su discurso de igualdad social, y por otro lado crear alianzas con los líderes de los partidos más importantes de Filipinas en caso de que su grupo político decida no seguir con él como su candidato final.
“Para ser el candidato del PDP-LABAN primero debe convencer a la mayoría de los miembros de su partido para que lo elijan (…) Sin embargo, en caso de que no lo logre, Pacquiao tiene dos opciones: sumarse a la persona que escoja su grupo político o buscar el apoyo de otros partidos que estén interesados en él”, detalla el académico.
Uno de los principales grupos políticos a los que Manny Pacquiao se puede unir fácilmente es al People’s Champ Movement (PCM), pues con él el PDP-LABAN ha hecho diferentes alianzas.
“Podría augurar que Manny Pacquiao será el candidato presidencial de su principal partido, pero en la política todo puede pasar, y si no logra imponer su popularidad ni hacer acuerdos con líderes de su partido u otros, se podría quedar en segundo lugar”, dice Soto Morales.
Además, en caso de no aplicar estas medidas, el exdeportista se vería rebasado por la política más popular a la presidencia: Sara Duterte, la hija del actual presidente quien, aunque aún no ha dado a conocer su interés por contender, el organismo de encuestas Pulse Asia Research la registra con una aceptación social del 28 por ciento.
Manny Pacquiao, el mandatario que Filipinas necesita
Al elegir a un próximo presidente, los filipinos requieren, como la mayoría de los ciudadanos a nivel mundial, a un líder que los saque adelante de la crisis económica y sanitaria que ha dejado la pandemia por coronavirus.
De acuerdo con el Informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU) Las repercusiones de la COVID-19 en Asia Sudoriental, se prevé que, entre otras de las afectaciones por la pandemia, Filipinas tendrá un aumento del desempleo de 1.2 puntos.
Desde ese panorama, el maestro César Soto Morales declara que lo que requieren los filipinos es a un presidente que sepa de economía y comercio para sacar adelante a su pueblo, a un estadista que no sólo controle la crisis al interior de su país, sino con otros líderes políticos en el exterior.
“En este caso no veo a Manny Pacquiao como un líder que sepa mucho de cuestiones económicas ni como alguien que pueda impulsar una estrategia capaz de superar este problema, pero tampoco en el actual presidente ni en ninguno de los candidatos actuales. Entonces, Filipinas sí está en un problema a la hora de elegir a su próximo presidente, porque no tiene a nadie que pueda hacerle frente a la situación de pospandemia”, dice el maestro César.
De ese modo, no sólo se espera que los candidatos, entre ellos el exboxeador, presenten propuestas sociales, sino al exterior con la ayuda de otros líderes políticos.
Duterte, a la vicepresidencia
Cuando se lleve a cabo la próxima jornada electoral de Filipinas en 2022, la población de este Estado también elegirá a otro personaje importante: su vicepresidente, un cargo que espera ocupar el actual mandatario Rodrigo Duterte.
🇵🇭 Los detractores de Duterte denuncian que el presidente ha decidido postularse a la vicepresidencia en las próximas elecciones para, entre otros motivos, intentar mantener la inmunidad ante una posible sentencia de la Corte Penal Internacional. pic.twitter.com/epJkbIWSWn
— Descifrando la Guerra (@descifraguerra) September 19, 2021
Y aunque sus posibilidades de ganar la vicepresidencia son altas debido a que tiene una popularidad del 91 por ciento de acuerdo con Pulse Asia Research, para tener un resultado seguro el jefe de Estado debe mostrar mayor interés en temas de derechos humanos y controlar su estrategia contra las drogas, la cual ya ha ocasionado un total de hasta 30 mil personas muertas según medios locales.