El destino del expresidente hondureño Juan Orlando Hernández se definirá en semanas; se espera extradición a EU

En cuestión de días, Juan Orlando Hernández, expresidente de Honduras, podría recibir una noticia que cambie su vida.

A menos de un mes de haber terminado su mandato federal de ocho años, el exfuncionario se encuentra en detención provisional y en espera de una próxima audiencia para el 16 de marzo, esto luego de que la Policía Nacional hondureña acudiera a su casa de Tegucigalpa el pasado martes para esposarlo de manos y pies.

Los uniformados actuaron con la detención horas después de que la Cancillería de Honduras diera a conocer una solicitud formal de arresto provisional hacia “un político hondureño”, con el propósito de ser extraditado a los Estados Unidos.

De acuerdo con un comunicado emitido por el Departamento de Estado de la Unión Americana, desde el 1 de julio de 2021 Juan Orlando Hernández se encontraba en su lista de Actores Corruptos y Antidemocráticos, luego de que “informes creíbles lo involucraron en una corrupción significativa al cometer o facilitar actos de narcotráfico, y de utilizar las ganancias de actividades ilícitas para facilitar campañas políticas”.

Respecto a estas acusaciones, el exmandatario ha intentado deslindarse de las mismas, reafirmando el compromiso que tuvo durante su gestión para reducir el tránsito de droga hasta en un 83 por ciento y ayudar con la extradición de 28 capos a Estados Unidos.

Sin embargo, a pesar de las defensas de Juan Orlando Hernández, organizaciones como Human Rights Watch han informado desde 2020 que en Honduras la mayoría de las violaciones de derechos humanos, los delitos violentos, y los hechos de corrupción, quedaban impunes, además de que el crimen organizado seguía afectando a la sociedad hondureña, obligando a las personas a abandonar su país.

Así también, a través del informe titulado Criminalidad e Inseguridad en Honduras, lanzado en junio de 2020 por la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y el Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad (UIDPAS), se detalló que la violencia y la proliferación del crimen organizado constituían dos de los principales problemas en este país, desestabilizando el tejido social, socavando su desarrollo económico y erosionando su Estado de derecho.

En cuanto al narcotráfico, se detalló que en 2017 Estados Unidos advirtió que Honduras era uno de los mayores países de tránsito de droga del mundo, debido a que, según estimaciones, cada mes transitaban entre tres y cuatro toneladas de cocaína por esa nación.

“El rostro del crimen organizado en Honduras está conformado principalmente por pandillas y los grupos dedicados al narcotráfico. No obstante, estos no son los únicos actores dentro de la gran cadena de criminalidad. Se ha evidenciado que otros sectores, como miembros del sector político y económico, han trabajado por décadas con el crimen organizado”, se lee en el informe.

Para el maestro Alan Ricardo Rodríguez Orozco, internacionalista de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, hay buenas posibilidades de que la extradición del expresidente a Estados Unidos se cumpla, llevándolo incluso a ayudar a las autoridades norteamericanas a obtener información para empezar a golpear a otros personajes o gobiernos.

“Esto no sería algo novedoso, porque se ha repetido en incontables ocasiones con otros personajes, y eso lo podemos prevér en este caso de extradición”, comenta.

De igual manera, el catedrático asegura que antes del envío del expresidente a Estados Unidos, el gobierno de la actual mandataria hondureña, Xiomara Castro de Zelaya, podría aprovechar para que Juan Orlando Hernández cumpla con la justicia nacional.

“Eso además sería su primera victoria como gobierno federal, además de que la fortalecería popularmente. Sin embargo, veremos si (Xiomara) tiene la fuerza para llevarlo a cabo y resistir ante las presiones por parte de Estados Unidos”, dice el también miembro del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO).

Por lo pronto, se espera que sea en cuestión de semanas que las autoridades hondureñas presenten las pruebas suficientes para mantener a Juan Orlando Hernández en prisión, o en dado caso sea extraditado, así como exponer la defensa del acusado.

Las tareas del gobierno tras la detención de Juan Orlando Hernández

Ante un escenario en el que el expresidente está en detención provisional y Honduras no se encuentra en sus mejores condiciones de seguridad al registrar a finales del año pasado un aumento de 6.5 por ciento en los casos de homicidios a diferencia de 2020, el actual gobierno hondureño tiene múltiples tareas por realizar.

De acuerdo con el Centro de Documentación de Honduras (CEDOH), se espera que, primero que nada, exista una propuesta política coherente y contundente para enfrentar la criminalidad, así como leyes que generen la confianza en las personas de que los castigos se aplicarán a todos por igual. De igual manera, se prevé que no se le otorgue a los militares las tareas policiales sin estar preparados para ello.

“Se debe mantener la seguridad, pero transitando hacia modelos de policías en lugar de dirigirse hacia la militarización. Además de eso, por donde se tiene que actuar es necesariamente por la agenda social, donde es necesario avanzar en temas de cultura, fortaleciendo espacios culturales para intentar alejar a las personas más jóvenes de actos de violencia”, dice el maestro Rodríguez Orozco.

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