Hoy se cumple el plazo que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció para hacer valer la Ley de Medios.
La legislación apunta principalmente a una de las corporaciones más críticas de su mandato: el Grupo Clarín.
La reglamentación no es nada nuevo. Fue promulgada el 10 de octubre de 2009, reemplazando a la Ley 22.285, que data desde la dictadura militar argentina.
Grupo Clarín infringe el apartado de la desmonopolización que se fija topes a la cantidad de licencias a un solo concesionario.
La viuda del expresidente Néstor Kirchner anunció que el 7 de diciembre –al que apodó 7-D– sería el fin de la prórroga.
Si Grupo Clarín no acata la legislación, el gobierno subastará las licencias de radio y televisión que excedan el número permitido, dijo Martín Sabbatella, titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual.
A unas horas de que se hiciera efectiva la ley, la Cámara Civil y Comercial Federal dio una prórroga a Clarín, por lo que suspende la aplicación del artículo 161.
El gobierno respondió a través del ministro de Justicia, Julio Alak, quien pidió anular los fallos y dijo que otra sentencia que proteja a la empresa podría ser un “alzamiento”.
La disputa por la Ley de Medios ha alcanzado un punto álgido y parece ser que la fecha límite estipulada por la presidenta no será el final de esta novela.
