El boleto sólo de ida

No hay fecha que no se cumpla ni plazo que no se venza. La espera de buscar un refugio político para Julian Assange ha terminado.

Después de que Australia, su país natal, le negara la ayuda, Assange encontró en Ecuador dónde tener asilo.

El día de ayer el gobierno del presidente Rafael Correa aceptó darle resguardo diplomático al fundador de Wikileaks, después de que Suecia pidiera su extradición.

La justicia del país escandinavo lo acusa de delitos sexuales y pide que el australiano comparezca en sus juzgados.

Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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El gobierno del presidente Rafael Correa aceptó darle resguardo diplomático al fundador de Wikileaks, después de que Suecia pidiera su extradición

No hay fecha que no se cumpla ni plazo que no se venza. La espera de buscar un refugio político para Julian Assange ha terminado.

Después de que Australia, su país natal, le negara la ayuda, Assange encontró en Ecuador dónde tener asilo.

El día de ayer el gobierno del presidente Rafael Correa aceptó darle resguardo diplomático al fundador de Wikileaks, después de que Suecia pidiera su extradición.

La justicia del país escandinavo lo acusa de delitos sexuales y pide que el australiano comparezca en sus juzgados.

“El gobierno de Ecuador, fiel a su tradición de proteger a quienes buscan amparo en su territorio, en los locales de sus misiones diplomáticas, ha decidido conceder asilo diplomático al ciudadano Julian Assange en base a la solicitud presentada”, anunció el ministro de relaciones exteriores ecuatoriano Ricardo Patiño en rueda de prensa.

Existen sospechas de que Estados Unidos está detrás de la extradición que Suecia giró en contra del australiano.

Ya que, por todo lo publicado en Wikileaks, Assange es políticamente una persona non grata para el gobierno norteamericano.

Sin embargo, toda sospecha de conspiración ha sido negada por los funcionarios suecos y rechazan que haya motivaciones políticas detrás de la orden de extradición.

Anders Jorle, ministro de relaciones exteriores sueco, dijo que la cancillería de su país convocó al embajador ecuatoriano en Suecia Mario Guerrero para externarle su descontento por los últimos eventos.

“Es inaceptable que Ecuador esté tratando de detener el proceso judicial sueco”, dijo Jorle.
Por su parte, Patiño acusó a la fiscalía de Suecia de tener “una actitud contradictoria” al impedirle al fundador de Wikileaks “el total ejercicio del legítimo derecho a la defensa”.

Mientras tanto, Reino Unido hizo pública en un comunicado de prensa su “decepción” por las declaraciones del ministro de relaciones exteriores de Ecuador.

Además, externó su latente convicción de proceder a hacer efectiva la extradición después de que todas las opciones de apelación se agotaron.

Asimismo, aseguraron que la decisión del gobierno de Ecuador no cambia en nada el proceso que pretende enviar a Assange a los juzgados suecos.

El catedrático y analista de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales Julio Echeverría dijo a AP que “Ecuador tiene una política internacional completamente impredecible.

  “No refleja una madurez institucional en lo referente al respeto de principios, derechos, procedimientos y normas internacionalmente aceptadas”, concluyó Echeverría.

Lo que pudiera parecer la conclusión de una disputa diplomática, es posible que sea el inicio de otra guerra mediática y política entre los gobiernos de Ecuador, Estados Unidos, Gran Bretaña y Suecia.

(Con información de AP)

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