A pesar de que es benéfico para la salud dormir una pequeña siesta diariamente, en Corea del Norte quedarse dormido representa un peligro mortal.
El jefe de las fuerzas armadas, Hyon Yong Chol, sirve como ejemplo.
Hyon fue ejecutado después de que supuestamente se durmió durante un evento en el cual el joven líder norcoreano, Kim Jong-Un, estaba presente.
De acuerdo con el Servicio Nacional de Inteligencia (NIS, por sus siglas en inglés) de Corea del Sur, el militar fue acusado de desobediencia y ejecutado por medio de una ametralladora antiaérea en un campo de tiro.
Su ejecución fue presenciada por cientos de personas, según la agencia espía surcoreana.
“El oficial del NIS dijo que esto había sido confirmado por múltiples fuentes. Aunque aún es solo inteligencia, él dijo que estaba seguro”, le dijo el legislador Shin Kyoung-min a Reuters.
Purga masiva
Este año, Kim ya había ordenado la ejecución de 15 altos oficiales como castigo por desafiar su autoridad, de acuerdo al NIS. En total, unos 70 oficiales han sido ejecutados desde que el dictador tomó el poder después de la muerte de su padre en 2011.
Expertos sobre Corea del Norte citados por Reuters dijeron que no existían señales de inestabilidad en Pyongyang, pero que esta podría estallar si las purgas continúan.
Corea del Norte es uno de los países más aislados –e impredecibles– del mundo. Su actual líder pertenece a la tercera generación de la familia Kim, que ha gobernado el país con un poder virtualmente absoluto desde la fundación del país en 1948.
