El Gobierno de Ecuador anunció este sábado que tenía conocimiento previo del riesgo inminente de fuga del exvicepresidente Jorge Glas, justificando así la irrupción policial en la Embajada de México en Quito para detenerlo y trasladarlo a la cárcel.
La canciller ecuatoriana, Gabriela Sommerfeld, afirmó en una declaración de prensa que su Gobierno había agotado los esfuerzos diplomáticos con México antes de tomar la decisión de intervenir en la embajada.
Ecuador no podía dejar escapar a Glas
La funcionaria señaló que existía un riesgo real de fuga de Glas, quien enfrenta acusaciones de malversación de recursos públicos y sobre quien pesan dos condenas por corrupción.
Sommerfeld recalcó que ningún delincuente puede ser considerado perseguido político y recordó que Glas estaba bajo orden de presentarse semanalmente ante un tribunal, una medida que no cumplió mientras se encontraba en la Embajada de México en Quito.
La canciller también mencionó que el gobierno ecuatoriano había expresado su rechazo a la concesión de asilo diplomático a Glas por parte de México, ya que se trataba de un individuo juzgado por delitos comunes en tribunales ordinarios.
Ecuador se justificó por el ataque a la embajada
Ecuador fundamentó sus acciones en el respeto a la normativa internacional, especialmente en lo que respecta a las convenciones sobre asilo y lucha contra la corrupción.
Además, Sommerfeld recordó las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), sobre el asesinato de un excandidato presidencial ecuatoriano y sus posibles repercusiones electorales, las cuales fueron utilizadas por el gobierno ecuatoriano para declarar persona non grata a la embajadora de México en Quito.
Las acciones del Gobierno ecuatoriano fueron defendidas en el marco del principio de no intervención en los asuntos internos de otros Estados, y se consideraron una respuesta a lo que se percibió como una intromisión en los asuntos soberanos de Ecuador.
Cortesía EFE
