Ébola y Covid-19 cruce de epidemias en el Congo
La República Democrática del Congo se enfrenta a una emergencia sanitaria por los nuevos brotes de ébola, situación que se complica con los contagios de Covid-19 en el continente africano
Mara EcheverríaEl sistema de salud de la República Democrática del Congo necesita oxígeno. El país del continente africano enfrenta una inusual emergencia, que mantiene en vilo a las autoridades de salud a nivel internacional por el aumento de los casos de ébola, cuya atención se complica ante el incremento de contagios de Covid-19 en la región.
El brote de ébola detectado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) al oeste de la República del Congo ha encendido las alarmas ante la sospecha del surgimiento de otra pandemia, cuando los sistemas de salud en el mundo están en jaque por la crisis generada por el coronavirus.
El país africano tiene cerca de dos años en la lucha por controlar el ébola. La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC, por sus silgas en inglés) estima que los primeros casos se registraron a finales de abril de 2018 y desde entonces las autoridades sanitarias no han logrado poner freno a la dispersión del virus.
Desde entonces, el Comité Nacional Multisectorial de Respuesta a la Enfermedad del país ha detectado tres mil 463 casos, de los cuales tres mil 317 fueron confirmados y 146 se mantienen como probables. A estas cifras se suman dos mil 280 fallecidos y mil 171 personas recuperadas.
Autoridades a nivel internacional, entre ellas la Organización Mundial de la Salud (OMS), esperaban que esta epidemia fuera controlada durante el mes de junio, pero la crisis por el coronavirus complicó la situación.
El gobierno de la República Democrática del Congo confirmó el primer caso de Covid-19 en Brazzaville, el 15 de marzo. Desde entonces, se registran cuatro mil 837 personas infectadas, de las cuales 613 se han recuperado y 112 fallecieron.
Los contagios de coronavirus en África aumentan aceleradamente pese a que la enfermedad llegó tres meses después de los primeros casos en China y el continente representa una pequeña fracción de los casos en todo el mundo, de acuerdo con Matshidiso Moeti, directora regional de la OMS para África.
Además de la emergencia por el coronavirus, los esfuerzos del personal de la salud para erradicar el ébola se han visto afectados por los ataques de grupos rebeldes en contra del gobierno, lo que genera desconfianza entre la población hacia los médicos y enfermeras que se han desplazado en la región para atender la crisis.
“Este complejo contexto impuso barreras que obstaculizaron la respuesta, ya que el sistema de vigilancia se paralizaba durante los periodos de violencia y el desplazamiento de personas, lo que dificultó el seguimiento de contactos y el control de la transmisión”, declaró Karline Kleijer, directora de respuesta a emergencias de Médicos Sin Fronteras (MSF).
A esta situación se suma la dispersión del sarampión. En el último año, esta enfermedad ha causado la muerte de seis mil personas, en su mayoría niños. La epidemia se declaró en junio de 2019 y se ha convertido en el mayor brote de la última década en el país africano, de acuerdo con MSF.
De acuerdo con la organización, la tasa de letalidad del sarampión, que ronda el dos por ciento, es dos veces más alta que en los brotes de años anteriores y su expansión ha sido tan amplia que las 26 provincias del Congo se han visto afectadas.
Esfuerzos contra el ébola en el Congo
La República Democrática del Congo ha desplegado diversas estrategias, en conjunto con asociaciones de la salud a nivel internacional, para mitigar la crisis sanitaria por el ébola, enfermedad que tiene un 90 por ciento de letalidad.
El primer contagio identificado por las autoridades fue un policía que murió en un centro de salud en la aldea de Ikoko-Impenge, en la ciudad de Bikoro, que se ubica en la provincia de Équateur. Después del entierro, 11 familiares del oficial enfermaron y de ellos siete fallecieron.
En tanto, los casos de ébola se han detectado en zonas cercanas a rutas de transporte concurridas en Équateur, que conectan la región con otros países vulnerables, de acuerdo con la directora regional de la OMS para África.
La División Provincial de Salud de Équateur notificó 21 casos con síntomas compatibles con el ébola el 3 de mayo, por lo que el brote se declaró cinco días después, cuando las muestras de dos de cinco pacientes en Bikoro dieron positivo para la cepa Ebolavirus.
El 17 de mayo, la agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) elevó la evaluación del nivel de riesgo nacional a “muy alto”, pero aclaró que este brote no representaba peligro de propagación para emitir una alarma internacional de salud pública.
“No podemos etiquetar la respuesta al ébola como un éxito. De hecho, la respuesta es un fracaso sistemático y catastrófico que dejó miles de muertos. Le fallamos a la población de República Democrática del Congo”, dijo la directora de respuesta a emergencias de MSF.