El presidente prometió que su gobierno impulsaría cambios en el sistema de salud y en las leyes laborales, pero tiene una Legislatura en su contra. Foto: Especial

Dos años de Gustavo Petro, entre escándalos y reconocimiento

Los escándalos del primer presidente de izquierda en Colombia marcan una administración con aciertos nacionales e internacionales y gran parte de una agenda legislativa por cumplir

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, cumplió dos años como el primer mandatario de izquierda en la historia del país.

Su llegada al poder en medio de promesas de cambio y el voto de más de 11 millones de colombianos lo posicionó como la figura progresista que su pasado revolucionario presagiaba; sin embargo, a mitad de su mandato el balance deja ver puntos por mejorar.

La labor interna de Petro marcará el futuro de la izquierda colombiana y con una agenda legislativa atorada en el Congreso, negociaciones por la paz con pocos acuerdos y una economía más lenta que el resto del subcontinente, la popularidad del exguerrillero ha bajado hasta el 34.6 por ciento, de acuerdo con una encuesta de Invamer para Blu Radio.

En la última apertura de sesiones del Congreso, el presidente prometió que su gobierno impulsaría cambios en el sistema de salud y en las leyes laborales, pero con una Legislatura en su contra hay trabajo por delante para que pueda cumplir esos compromisos.

Con un Congreso en el que su partido no cuenta con mayoría, en sus dos años de administración la reforma de pensiones y el aumento al salario mínimo han sido las mayores victorias ante el organismo, aunque ninguna ha ido tan lejos como el gobierno había propuesto originalmente.

En opinión del doctor Antonio Hernández Macías, investigador del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de la UNAM, Petro necesitará de un gran poder de convencimiento para negociar con los representantes opositores y así cumplir con las expectativas de progreso social con los que llegó al gobierno.

“Con un trabajo político profundo puede lograr convencer a los otros sectores de la Asamblea que estas reformas son muy necesarias para mejorar socialmente. Hay muestras de que si un Estado tiene una agenda social amplia, eso es incluso bueno para las élites económicas (…) Petro pudiera tratar de convencer a los otros sectores políticos de atender la salud, la educación y la seguridad para propiciar un ambiente adecuado para las inversiones”,  señala el doctor.

Las políticas de atención a los más necesitados, el aumento del salario y la reducción de la inflación, han provocado que el presidente se adjudique la reducción de la pobreza que ha experimentado Colombia, que con un descenso de más del tres por ciento se encuentra ahora en el 33 por ciento, de acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística; sin embargo, BBVA pronostica un crecimiento económico inferior al necesario para los próximos dos años.

Los escándalos del presidente Gustavo Petro

Si bien la trayectoria legislativa y las políticas económicas de Petro han puesto al mandatario en una posición ambivalente ante los votantes, son sus escándalos los que manchan su legado.

Investigaciones en contra de su hijo Nicolás Petro por recibir dinero ilegal y enriquecimiento ilícito, y hasta rumores de infidelidad a la primera dama, son el legado que Petro deja en la mente de los colombianos.

Noticias Caracol reportó que en promedio cada tres meses el presidente se ve envuelto en algún tipo de escándalo; sin embargo, el estandarte anticorrupción del mandatario no ha decaído. En los dos años que Petro lleva en el poder, Colombia ha mejorado cuatro puestos en el ranking de corrupción de la organización Transparencia Internacional, pese a ello, indica que aunque por primera vez se percibe una mejora en la materia, aún no es un cambio significativo.

El doctor Hernández Macías apunta que las acusaciones contra el círculo cercano del presidente afectan su habilidad de maniobrar, pero también señala que al ser el primer presidente colombiano de izquierda los poderes fácticos, entre ellos los medios de comunicación, tienden a centrar la mirada en Petro y olvidar las transgresiones de quienes lo precedieron en el gobierno.

“Siempre que hay acusaciones personales o familiares, como ha sucedido con su hijo o el embajador en Venezuela, afectan la imagen del gobierno, pero Petro ha logrado crear la imagen de ser un gobierno diferente y ha mencionado que sea quien sea deberá enfrentar consecuencias (…) También hay que apuntar que la agenda de estos medios se centra en los errores de la gente cercana al presidente, pero si se voltea un poco para atrás vemos lo que ha sucedido con gobiernos como el de Álvaro Uribe, donde medios internacionales señalan que está involucrado con el narcotráfico, o el de (Iván) Duque al que se acusa de haber cometido crímenes internos en la lucha contra la guerrilla”, apunta el investigador.

Nicolás Petro Burgos, hijo del presidente, enfrenta una investigación por presuntamente haber permitido el ingreso de dinero ilícito a la campaña de su padre. Foto: Especial

¿Cómo se percibe al presidente colombiano al exterior?

Mientras que al interior de Colombia el exguerrillero es una figura de luces y sombras, en el exterior no es menos controvertido.

Aunque inicialmente comenzó con el pie derecho al arreglar sus relaciones con Venezuela y el resto de la región, también ha sido blanco de críticas por apoyar a Palestina y romper relaciones diplomáticas con Israel al ser una de las voces más fuertes en contra de la guerra de Medio Oriente.

El mandatario colombiano denominó las acciones israelíes como “genocidio”, lo que llevó a tensiones con Jerusalem que eventualmente terminaron en la ruptura de relaciones entre los dos países; decisión criticada por las élites locales y celebrada por el sur global.

El investigador del CIALC comenta que la gestión internacional de Petro es uno de los mayores éxitos de su administración, pues ha marcado distancia con las potencias globales sin perder de vista a sus aliados.

“En la política exterior Petro ha tenido sus mayores éxitos, sobre todo por dejar de ser una plataforma para los intereses de Estados Unidos en América Latína. Eso le ha dado una política exterior más independiente con la que se acerca a otros actores a los que no se había acercado Colombia y en la que aboga por retomar los mecanismos de cooperación latinoamericanos (…) Ahora con la crisis electoral por la que atraviesa Venezuela, está abanderando un proyecto para alcanzar una salida pacífica”, finaliza el académico.

Te puede interesar