Durante las primeras horas de este martes 13, Donald Trump anunció vía Twitter que Rex Tillerson dejará de ser Secretario de Estado y será sustituido por Mike Pompeo, quien se desempeñaba como Director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés).
El puesto que Pompeo dejará bacante será ocupado por Gina Haspel, subdirectora de la CIA. Esta es la primera vez que una mujer ocupa el máximo puesto en la agencia de inteligencia de los Estados Unidos.
Mike Pompeo, Director of the CIA, will become our new Secretary of State. He will do a fantastic job! Thank you to Rex Tillerson for his service! Gina Haspel will become the new Director of the CIA, and the first woman so chosen. Congratulations to all!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 13 de marzo de 2018
RELACIÓN TRUMP-TILLERSON, UNA BOMBA DE TIEMPO
Este movimiento en el gabinete de Trump parecía llegar desde las primeras semanas el frente de los Estados Unidos, pero no fue hasta poco más de un año después cuando al fin terminó la relación laboral entre ambos.
Rex Tillerson, quien antes de llegar al gobierno era el jefe de la empresa petrolera Exxon, no logró adaptarse al ritmo de trabajo de Donald Trump.
El presidente de los Estados Unidos ha demostrado su preferencia por tomar decisiones impulsivas y presionar a sus socios para lograr acuerdos que le favorezcan, como lo hace desde hace unos meses con la renegociación del TLCAN.
En cambio, Tillerson es un hombre que, por su pasado petrolero, tiende a buscar acuerdos a largo plazo, algo que no parece ser del agrado de Trump.
La salida de Rex Tillerson se da a pocos días de que se diera a conocer que existe la probabilidad de una reunión entre Trump y Kim Jong-un, a pesar de que ambos mandatarios han intercambiado amenazas de desatar un conflicto bélico.
La relación entre Trump y Tillerson llegó a su punto más tenso en julio del año pasado, cuando se filtró que el hoy ex Secretario de Estado le habría dicho a su equipo que el presidente era “un estúpido”, luego de salir de una reunión con él en la que ambos habían discutido.
Rex Tillerson desmintió ese rumor, pero la distancia entre él y su jefe lo llevó a tener también una relación tensa con el resto de gabinete de Trump.
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