El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump designó a la gobernadora de South Carolina, Nikki Haley, como embajadora de este país ante la ONU.
La gobernadora de South Carolina Nikki Haley, hija de inmigrantes de India, llevará una escasa experiencia internacional a uno de los puestos internacionales más importantes en el gobierno estadounidense.
Haley, de 44 años, es la primera mujer y miembro de una minoría étnica designada por el presidente electo Donald Trump para su gabinete. El Senado tiene que confirmar la nominación, anunciada.
La gobernadora criticó a Trump durante la campaña presidencial, y dio su respaldo al senador de Florida Marco Rubio en las primarias republicanas. Trump, dijo, era “todo lo que un gobernador no quiere en un presidente”.
Después que Rubio se retiró de la contienda, Haley apoyó al senador Ted Cruz. Una vez Trump ganó la nominación, ella dijo que votaría por él contra la demócrata Hillary Clinton, aunque eso le revolvía el estómago.
La semana pasada, hablando ante abogados conservadores en Washington, Haley admitió que no era partidaria de Trump, pero que estaba “absolutamente entusiasmada” por su designación a causa de las oportunidades que ofrecía a los republicanos.
Haley es la primera gobernadora de South Carolina que no es un hombre blanco.
Ha tenido poca presencia en el escenario internacional y casi toda enfocada en atraer empleos al estado. Nació en Bamberg, South Carolina, como Nimrata Nikki Randhawa.
Fue criada como sij, pero se convirtió al cristianismo antes de casarse con Michael Haley en 1996. La pareja tiene dos hijos.
Haley se graduó de la Universidad Clemson en 1994 con un título de contadora. En 2010 era una representante estatal, pero era poco conocida en el estado. Aún así, derrotó en las primarias republicanas para gobernador a un congresista, procurador y vicegobernador. Ganó las elecciones y fue relegida cuatro años más tarde.
Con información de AP
