Este sábado, mediante su red social preferida, contra la cual también ha arremetido, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, insistió en la construcción de un muro fronterizo entre su nación y México.
Ante la reciente muerte de dos niños que eran custodiados por elementos de la patrulla fronteriza de Estados Unidos, el presidente aseguró que los culpables fueron los demócratas “y sus políticas de inmigración patéticas”.
Any deaths of children or others at the Border are strictly the fault of the Democrats and their pathetic immigration policies that allow people to make the long trek thinking they can enter our country illegally. They can’t. If we had a Wall, they wouldn’t even try! The two…..
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 29 de diciembre de 2018
En su mensaje, publicado en Twitter, el mandatario afirmó que hay gente que realiza una larga caminata pensando que pueden ingresar a Estados Unidos de manera ilegal, lo cual, a su decir, es imposible.
“No pueden. Si tuviéramos un muro, ¡ni siquiera lo intentarían! Los dos niños en cuestión estaban muy enfermos antes de que fueran dados a la patrulla fronterizo”, escribió Trump.
Además, aseguró que el padre de uno de ellos dijo que no había sido culpa de los elementos de la patrulla fronteriza pues “no les habían dado agua en días”.
…children in question were very sick before they were given over to Border Patrol. The father of the young girl said it was not their fault, he hadn’t given her water in days. Border Patrol needs the Wall and it will all end. They are working so hard & getting so little credit!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 29 de diciembre de 2018
Trump insistió en que la patrulla fronteriza necesita el muro para que todo termine… “¡Están trabajando tan duro y recibiendo tan poco crédito!”, espetó el presidente estadounidense.
La muerte de dos niños migrantes en poco más de dos semanas suscitó nuevas dudas sobre la capacidad de las autoridades fronterizas del vecino país del norte para atender a los miles de menores que llegan como parte de una oleada de familias que intentan ingresar al país.
Un niño de 8 años identificado por funcionarios guatemaltecos como Felipe Gómez Alonzo murió en la custodia de los Estados Unidos en un hospital de Nuevo México en la víspera de Navidad después de sufrir tos, vómitos y fiebre, dijeron las autoridades. La causa está bajo investigación, al igual que la muerte el 8 de diciembre de otro niño guatemalteco, Jakelin Caal, de 7 años.
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