Diálogo por Venezuela
México y Uruguay convocan a una reunión para discutir sobre la situación del país sudamericano. El encuentro que inicia este jueves tiene como finalidad establecer un mecanismo que ayude a devolver la paz para los venezolanos
Mariana RecamierA diferencia de otros países, México y Uruguay quieren dialogar sobre la situación actual de Venezuela. Es por eso que los gobiernos de las dos naciones convocan a un encuentro internacional entre Estados y organismos con posición neutral sobre la crisis venezolana el próximo jueves 7 de febrero en Montevideo.
De acuerdo con un comunicado publicado en el sitio de la Presidencia uruguaya, el propósito de la conferencia es sentar las bases para establecer un nuevo mecanismo de diálogo que, con la inclusión de todas las fuerzas venezolanas, coadyuve a devolver la estabilidad y la paz en el país.
Ambos gobiernos adoptaron una posición de no intervención y externaron su preocupación por la situación de los derechos humanos en Venezuela desde hace dos semanas, cuando el líder de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, se juramentó como presidente de la república bolivariana y el mandatario Nicolás Maduro calificó este acto como un golpe de Estado.
Por ello, Uruguay y México decidieron convocar a un diálogo inclusivo y creíble que solucione la delicada situación por la que atraviesan los venezolanos. El objetivo de los dos países también es lograr acuerdos entre Maduro, Guaidó y sus respectivos aliados.
Guaidó y la oposición venezolana rechazaron esta propuesta. Por su parte, Maduro expresó el martes su confianza en que la conferencia internacional convocada por México y Uruguay tenga éxito. También subrayó que apoya una reunión donde participen todas las partes del conflicto venezolano para lograr acuerdos.
Ebrard sostendrá reuniones bilaterales hoy con la delegación de Uruguay y con las naciones que pertenecen a Caricom
“La postura que tomaron los dos países fue neutral a rajatabla en el sentido de que consideran que hay un gobierno constituido lo cual se puede leer como que apoyan a Nicolás Maduro, pero no dejan de reconocer que hay un conflicto en Venezuela y el llamado que se hace es al diálogo”, opina el analista político Juan Pablo Galicia.
El especialista agrega que dado que México y Uruguay son los únicos países neutrales en todo el conflicto se asume que son los que tienen autoridad moral para convocar al diálogo, en contraste con la Unión Europea que hizo un llamado similar, sin embargo, algunos integrantes de la comunidad como España, Francia, Reino Unido y Alemania reconocieron a Juan Guaidó como el nuevo presidente de Venezuela.
Galicia y la internacionalista Norma Soto coinciden en que la postura de no intervención por parte de México y Uruguay no es novedosa en América Latina. La profesora asegura que esta región siempre busca solucionar los conflictos de manera global sin intervenir en los gobiernos de los países.
“Un ejemplo claro es cuando se firmaron los acuerdos de paz de Guatemala después de 30 años de guerrilla. Se firmaron en México porque nuestro país siempre ha fungido como mediador en Latinoamérica”, comenta la internacionalista.
En el mismo sentido, Galicia puntualiza que la tradición en la política exterior en el resto de países de América Latina durante el siglo XX es similar a la Doctrina Estrada en México. Este ideal central se manifiesta en contra de que el gobierno de un Estado intervenga en las decisiones internas de otras naciones.
“Conforme avanzaron los años y se calmó la Guerra Fría, los países latinoamericanos empezaron a entrar en una dinámica de no nos vamos a meter en los conflictos de otro país”, dice el analista,
No obstante, Galicia detalla que en los últimos años han llegado a América Latina gobiernos orientados hacia la derecha política o cercanos a la influencia de Estados Unidos en la región. Son administraciones que reconocen o desconocen gobiernos de otros países como sucede ahora en Venezuela.
La participación de México
Con respecto a la participación de México, el canciller Marcelo Ebrard encabezará la delegación nacional en Montevideo para impulsar el diálogo hacia una resolución pacífica y democrática de la situación en Venezuela, según un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Ebrard sostendrá reuniones bilaterales hoy con la delegación de Uruguay y con las naciones caribeñas que pertenecen a la Comunidad del Caribe (Caricom), entre otras.
Además, México participará en las reuniones celebradas tanto el 6 como el 7 de febrero guiado por la intención de construir un diálogo fructífero entre la comunidad internacional que contribuya a encontrar una salida política frente a la polarización, según el comunicado de la secretaría.
El documento añade que México refrenda su convicción por el diálogo y la diplomacia como la mejor alternativa para evitar el conflicto, proteger los derechos humanos y construir una paz democrática en Venezuela.
En el mismo tenor, Ebrard expuso este martes que México usará su peso y reconocimiento moral y político para buscar una estrategia que fortalezca la posibilidad de una mediación que evite una crisis mayor en Venezuela.
“México es una democracia con mucho peso y su convocatoria es porque tiene autoridad moral y política como país. Tenemos una de las democracias más vigorosas del continente y por supuesto que lo que decimos tiene un peso, no sólo por su tamaño, sino por su autoridad política”
Previo a su viaje a Montevideo, el canciller afirmó que usará ese reconocimiento para evitar un enfrentamiento en el país sudamericano.
“Lo que pedimos es convocar a ambas partes a un diálogo que pueda conducir a un entendimiento, es lo mejor. Caso contrario, se corren riesgos muy grandes de que haya un enfrentamiento o se agrave la situación”.
El exjefe de Gobierno enfatizó que se deben respetar y ser respetados los derechos y libertades de las personas y apuntó que México no defiende a Maduro ni a su régimen ni tiene ninguna posición política ajena a que haya un diálogo inteligente.
“Nosotros lo que pedimos es que se sienten a dialogar… No está en nosotros imponer condiciones a las partes, sino buscar que se encuentren, se comuniquen y se evite violencia en Venezuela”, insistió.
El encuentro en Uruguay representa la primera reunión del Grupo de Contacto integrado por la Unión Europea, Francia, Alemania, Italia, Holanda, Portugal, España, Suecia, Reino Unido, Bolivia, Costa Rica y Ecuador, así como por México y la nación anfitriona.
El 31 de enero, la Unión Europea y algunos países de América Latina, con la creación del Grupo de Contacto. Este frente internacional tiene como objetivo contribuir a crear las condiciones para que surja un proceso político y pacífico, que permita a los venezolanos determinar su propio futuro, mediante la celebración de elecciones libres, transparentes y creíbles, en línea con la Constitución del país.
Sin embargo, no todos los organismos están de acuerdo con posturas de neutralidad ni con la creación de grupos internacionales respecto a Venezuela. La ONU no se sumará a ningún grupo de países que promueva iniciativas para resolver la crisis en la república bolivariana, indicó este lunes el secretario general del organismo, António Guterres, al aclarar que no participará en la reunión a celebrarse esta semana en Montevideo.
“La ONU ha decidido no participar en ninguna de las iniciativas internacionales para mediar en la crisis de Venezuela”, aseguró Guterres ante la prensa en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York
El panorama no es optimista
Galicia comenta que es complicado que la reunión tenga conclusiones optimistas porque ya hubo diálogos anteriores sobre Venezuela y hasta ahora esta nueva convocatoria no presenta estrategias innovadoras.
En el mismo sentido, Soto considera que el encuentro sólo logrará un momento de diálogo entre los países participantes sin ningún resultado concreto.
“El encuentro es para dialogar y concretar posturas sobre lo que sucede en Venezuela. No es posible llegar a una solución”, concluye la internacionalista.
La reunión en la capital uruguaya es el primer intento después del nombramiento de Guaidó para intentar solucionar la crisis venezolana mediante el diálogo.
