Detención de monseñor Rolando Álvarez provoca llamado al diálogo por parte del Papa Francisco

Tras la detención del monseñor Rolando Álvarez por presuntamente ‘desestabilizar al Estado de Nicaragua’, conferencias episcopales hicieron un llamado a su liberación, así como el Papa Francisco, de quien especialistas ven con más posibilidades de que logre un acercamiento con el gobierno de Daniel Ortega
Fernanda Muñoz Fernanda Muñoz Publicado el
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La comunidad religiosa de diferentes partes del mundo expresó su preocupación. Personalidades como el Papa Francisco han hecho un llamado a la liberación del monseñor nicaragüense Rolando Álvarez, luego de ser detenido por presuntas actividadesdesestabilizadoras”.

“Quisiera expresar mi convicción y mi deseo de que por medio de un diálogo abierto y sincero se puedan encontrar las bases para una convivencia respetuosa y pacífica”, dijo el Pontífice en la Plaza de San Pedro, en Roma.

El mensaje del Papa fue dirigido al caso de Álvarez, quien desde el pasado viernes 19 de agosto fue trasladado a Managua por la Policía Nacional, debido a que recibió acusaciones por intentar organizar “grupos violentos”, incitándolos a ejecutar actos de odio.

De acuerdo con las autoridades, el también obispo de la Diócesis de Matagalpa “ha provocado un ambiente de zozobra y desorden, alterando la paz y la armonía de la comunidad con el propósito de desestabilizar al Estado de Nicaragua y atacar a las autoridades constitucionales”.

Álvarez fue trasladado a la capital nicaragüense junto a otros siete sacerdotes y seminaristas, quienes, al igual que el monseñor, fueron respaldados por el Papa y por diferentes instancias religiosas, como la Conferencia Episcopal de Nicaragua y de México.

A través de un comunicado, la Conferencia del Episcopado Mexicano enfatizó que además de que alzaba su voz como así lo habían hecho otras Conferencias Episcopales de Latinoamérica para exigir la liberación inmediata de Álvarez y de sus colabores, confiaba en la recapacitación de las autoridades nicaragüenses.

“Con firme esperanza confiamos que las autoridades nicaragüenses recapaciten y retomen el respeto a las garantías individuales de cada persona, cesando así el deterioro que ha provocado esta privación de la libertad, dejando ver un grave atentado a los derechos humanos fundamentales a toda personas, como son la libertad de expresión y la libertad religiosa”, se detalló.

Para Edith Serrano, doctora en Estudios Latinoamericanos por la UNAM y docente de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, es la postura del Papa la que más logra destacar en este caso, pues anteriormente había sido muy precavido con sus opiniones.

“El hecho de que ahora sí el Papa Francisco genere una declaración oficial puede propiciar a que la tensión que existe en ese país avance al diálogo o que se repercuta en un proceso de negociación (con la Iglesia) y así no se siga escalando en malentendidos entre uno y otro”, asegura.

De acuerdo con ella, el diálogo sólo se lograría materializar en la  medida en la que el Pontífice logre de alguna manera no caer en el rechazo al gobierno del presidente Daniel Ortega.

“Si caemos en la descalificación desde alguna de las partes, entonces el diálogo, la negociación internacional, puede vulnerarse considerablemente y alargarse”, agrega.

Rolando Álvarez, ser parte del juego

Con la detención del monseñor Rolando Álvarez, el gobierno de Nicaragua suma el arresto de un disidente más a los ya detenidos el año pasado de cara a las elecciones generales.

Antes de que Daniel Ortega obtuviera su reelección en noviembre pasado, durante su gobierno se ordenó el arresto de decenas de líderes de la oposición, entre ellos siete posibles candidatos presidenciales, con el argumento de que desestabilizaban al Estado de Nicaragua.

En el caso de Álvarez, el gobierno comenzó combatiéndolo con el cierre de sus programas de radio cuatro años después de que se diera a conocer que el religioso formó parte de las protestas contra Ortega; acciones que la administración calificó como “un fallido golpe de Estado”.

En entrevista, la doctora Serrano comenta que, por ahora, la única vía que habría para que se detengan las detenciones podría ser que la disidencia juegue bajo las reglas de la política y del Estado nicaragüense.

“Es decir, en la medida en la que la oposición sea transparente y participe en el diálogo, respete los procesos y mecanismos de participación política, eso ahonda a que haya un proceso de conversaciones más largo.

“Desafortunadamente, una parte de la oposición es financiada por algunas agencias de Estados Unidos y ensucia un poco los objetivos que están siguiendo”, subraya la también catedrática.

Desde esa perspectiva, se prevé que la oposición nicaragüense demuestre unidad, sobre todo para conseguir la liberación de Rolando Álvarez y de los siete sacerdotes y seminaristas que están con él.

Hasta el cierre de esta edición no se dio a conocer ninguna declaración por parte de la defensa del religioso; sin embargo, se espera que sea en cuestión de días que se detallen las condiciones en las que se encuentra.

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