Destaca transición de AMLO entre líderes internacionales
Representantes de diferentes naciones visitaron a AMLO en un periodo de dos meses. Aunque los encuentros bilaterales forman parte del protocolo normal de un nuevo mandatario, en el caso del presidente electo destacan sus reuniones con altos funcionarios y embajadores de países con los que México no tiene una relación estrecha
Mariana RecamierEl presidente electo Andrés Manuel López Obrador ha despertado el interés de los gobiernos de diferentes países. La prueba es que ha estrechado su mano con representantes de distintas naciones enfrente del retrato de Benito Juárez que decora su casa de transición.
Estados Unidos, Canadá, Japón, Guatemala, China y Rusia son algunos de los primeros países que enviaron delegados para reunirse con el equipo de transición del nuevo presidente.
El siguiente encuentro internacional de López Obrador puede ser con Vladimir Putin. Este martes el Kremlin anunció que el mandatario de Rusia puede reunirse con el presidente electo de México en su toma de posesión el próximo 1 de diciembre o en la Cumbre del G-20 que se realizará en Buenos Aires del 30 de noviembre al 1 de diciembre.
No obstante, las constantes visitas que recibe el próximo jefe de Estado no son ajenas a los encuentros diplomáticos que tuvieron otros presidentes mexicanos después de que fueron elegidos por la población.
“Es normal hasta cierto punto, por ejemplo, Peña Nieto cuando era presidente electo también tuvo una agenda de trabajo bastante extensa integrada por visitas internacionales y reuniones para delinear lo que fue su política exterior”, afirma Arlene Ramírez Uresti, doctora en relaciones internacionalistas.
La internacionalista agrega que en López Obrador destaca que se reúne con actores políticos que no tienen una relación cercana con México.
“Lo que resalta en este caso es que el presidente electo se reúne con actores que no son los tradicionales como Rusia. Con Rusia hay una relación diplomática importante, sin embargo, México tradicionalmente no tiene vínculos fuertes con los países de antigua Unión Soviética por la Guerra Fría y la relación que tiene con Estados Unidos”
A pesar de esto, López Obrador sostuvo un encuentro con el embajador de Rusia en México Víctor Koronelli este lunes. La primera reunión entre el equipo de transición y el representante ruso duró cerca de 30 minutos.
La reunión con un secretario de Estado
Previo a este encuentro, López Obrador tuvo una de las reuniones más importantes desde que fue electo presidente porque sale de las situaciones convencionales para un próximo mandatario.
Lo usual es que el nuevo presidente sea visitado por embajadores, pero en julio el político tabasqueño recibió en su casa de transición al secretario de Estado Mike Pompeo, uno de los altos funcionarios de Estados Unidos.
El secretario de Estado lideró la delegación de alto nivel del gobierno de Donald Trump que viajó a Ciudad de México para reunirse con el equipo de transición.
López Obrador le entregó a Pompeo propuestas sobre comercio, desarrollo, seguridad y migración: los problemas que provocan fricción entre ambos países.
Después hubo un intercambio de cartas y llamadas entre Trump y el próximo presidente de México. En estos primeros acercamientos, los dos mandatarios mostraron su disposición a mejorar la relación bilateral entre ambos países.
Estos primeros encuentros con altos funcionarios del gobierno estadounidense muestran un serio interés del país vecino por México.
“Es un hombre que después de 18 años de estar buscando la presidencia en México lo logra y lo logra además en un momento de crisis de las instituciones y de crisis estructural del partido en el poder. Definitivamente es un hombre que atrae no solamente liderazgos, sino también causas y movimientos”, comenta Ramírez Uresti.
Por otra parte, la especialista en negocios internacionales Norma Soto Castañeda comenta al igual que Ramírez Uresti que son comunes las visitas a un mandatario electo.
“Es normal. Cuando hay cambio de gobierno los otros mandatarios que tienen negocios con México o tienen representaciones diplomáticas discuten si las relaciones permanecerán como están o se dará algún cambio en los acuerdos comerciales, culturales, educativos y políticos”, explica Soto Castañeda.
La especialista en negocios internacionales añade que los representantes que hasta ahora han visitado al presidente electo se han acercado al nuevo gobierno porque quieren saber si se va a seguir con la misma política exterior que cuando gobernaba el PRI o el PAN.
“Ellos vienen a entablar si se seguirá con la misma política que con el PRI o PAN o ya el nuevo presidente establecerá nuevas condiciones”
En ese sentido, otro de los representantes que extendió la mano a López Obrador fue el embajador de la República popular de China Qiu Xiaoqi.
El presidente electo también se reunió con otros diplomáticos de países asiáticos, tales como embajadores y encargados de negocios de Corea del Sur, Nueva Zelanda, Vietnam, Japón, Indonesia, Australia, Malasia, Tailandia y Filipinas.
Pocos representantes latinoamericanos
Por otra parte, López Obrador sólo ha tenido pocos encuentros con jefes de Estado o representantes de América Latina. Los últimos días de agosto, el presidente electo habló con el mandatario de Guatemala Jimmy Morales en su casa de transición sobre atender el fenómeno migratorio desde sus causas, en especial acerca de lo que se puede hacer para mejorar las condiciones de vida y trabajo para evitar la movilidad a otros países.
Aún falta tiempo para que representantes de otros países se acerquen al nuevo presidente electo previo a su toma de protesta. El día que López Obrador reciba su banda presidencial se definirán algunos de los nuevos aliados de México
Asuntos pendientes en política exterior
El presidente electo Andrés Manuel López Obrador se reunió con representantes de distintos países en los últimos dos meses, no obstante, aún no recibió en su casa de transición a delegados de naciones con las que México tiene asuntos urgentes.
En ese sentido, el próximo jefe de Estado no se comunicó con los gobiernos de muchos países de América Latina hasta ahora. Los últimos días de agosto, el presidente electo habló con el mandatario de Guatemala Jimmy Morales sobre atender el fenómeno migratorio desde sus causas, pero aún no tiene un primer acercamiento con otros líderes de la región.
Cuando el presidente electo asuma el poder enfrentará una serie de temas pendientes con diferentes regiones del mundo. Acuerdos comerciales y posicionamientos sobre crisis humanitarias son algunas de las tareas internacionales que hereda de la administración actual
De acuerdo con especialistas, es urgente que López Obrador se reúna con presidentes de países latinoamericanos para discutir acerca de la crisis migratoria en la región.
“El hecho de que México sea un país de tránsito importante hace necesario que tenga una agenda compartida con otras naciones sobre el tema migratorio y sobre todo para respetar los derechos humanos de los migrantes”, afirma Arlene Ramírez Uresti, doctora en relaciones internacionales.
Otro de los asuntos importantes para la relación entre México y el resto de Latinoamérica es que el gobierno mexicano haga un pronunciamiento sobre las crisis humanitarias en Venezuela y Nicaragua.
“El presidente electo y su futuro canciller tienen que analizar cuál será la postura de México en temas tan importantes como las crisis humanitarias en Venezuela y Nicaragua. No posicionarse y no reunirse con los líderes de la región le da una neutralidad que no es cómoda ni adecuada”, menciona la internacionalista.
Asia
En Asia también hay una serie de temas pendientes que el nuevo gobierno puede retomar para reavivar los intercambios con esta zona del mundo, entre esos asuntos se encuentra aplicar el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP o TPP-11).
“La puesta en marcha CPTPP y los temas de logística comercial son fundamentales para los intercambios con esta región del mundo”, comenta Ramírez Uresti.
Unión Europea
Por otra parte, la internacionalista señala que una de las acciones acertadas que tuvo el presidente Enrique Peña Nieto en su gestión fue ratificar el Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea (TLCUEM), sin embargo, todavía no se discuten algunos puntos de este acuerdo.
“No sólo hay acuerdos particulares y anexos técnicos que revisar en el tratado con la Unión Europea, sino que además México tiene una agenda turística y cultural bastante interesante que discutir con la comunidad”, menciona la doctora en relaciones internacionales.
En este sentido, según la especialista otro de los pendientes a resolver es mejorar la cooperación cultural y educativa entre Europa y México.
Medio Oriente
Además, Ramírez Uresti comenta que en el próximo gobierno México puede ampliar sus relaciones internacionales y vincularse con países de Medio Oriente. En ese sentido, la internacionalista menciona que el país tiene que presentar un posicionamiento sobre el conflicto entre Israel y Palestina.
“El nuevo gobierno tiene que mirar a Medio Oriente. Algo que quedó en el tintero de la administración actual fue el posicionamiento de México respecto al tema Israel y Palestina”, afirma la doctora en relaciones internacionales.
Además, la especialista comenta que en la administración pasada quedaron pendientes los cierres de tratados comerciales con países como Israel y Jordania.
Por otra parte, México también puede aumentar el intercambio educativo y cultural con Medio Oriente. Hay países como Jordania, Líbano e israel que tienen lazos profundos con México y trabajan con los hermanamientos culturales en la actualidad.
Los hermanamientos contribuyen a profundizar la amistad y la cooperación entre diferentes entidades, autoridades locales y sus poblaciones, de acuerdo con el sitio web de la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana.
Es urgente que López Obrador se reúna con presidentes de países latinoamericanos para discutir acerca de la crisis migratoria en la región
“México no le da tanta difusión a los hermanamiento culturales, pero en regiones como Asia y el Medio Oriente ese tema es fundamental para la inversión turística y cultural”, concluye Ramírez Uresti.
