Después de la tormenta… no ha llegado la calma

El fin de semana el noreste norteamericano enfrentó una de las peores tormentas de nieve de la historia norteamericana. 

Algunos estados del noreste tuvieron hasta un metro de nieve y toda la zona sufrió la interrupción de energía eléctrica en más de 650 mil hogares.  

Lo peor pasó el sábado, y ayer domingo las cuadrillas de emergencia y los residentes se esforzaban por despejar las carreteras y aceras después de la tormenta fuera de toda normalidad, aún para la temporada invernal. 

Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
Comparte esta nota

El fin de semana el noreste norteamericano enfrentó una de las peores tormentas de nieve de la historia norteamericana. 

Algunos estados del noreste tuvieron hasta un metro de nieve y toda la zona sufrió la interrupción de energía eléctrica en más de 650 mil hogares.  

Lo peor pasó el sábado, y ayer domingo las cuadrillas de emergencia y los residentes se esforzaban por despejar las carreteras y aceras después de la tormenta fuera de toda normalidad, aún para la temporada invernal. 

El presidente Barack Obama declaró el estado de emergencia para Connecticut, medida que permitirá la asistencia federal para acciones de restauración, en tanto que las empresas públicas de energía eléctrica informaron que tras la tormenta algunos usuarios podrían quedarse sin luz durante varios días en el área de Nueva Inglaterra.

Por lo menos se atribuyeron 11 muertes a la tormenta, incluida la de un niño de 11 años en Boston, que murió intoxicado con monóxido de carbono mientras esperaba en el interior de un automóvil en marcha a su padre, que paleaba nieve el sábado por la mañana. 

Las autoridades emitieron diversas advertencias de seguridad tras la muerte del menor y la intoxicación de otras personas con monóxido de carbono.

Los trabajadores municipales desde Nueva York hasta Boston trabajaron a partir de la noche del sábado al domingo en comunidades cubiertas de nieve, donde algunos automovilistas debieron de ser rescatados después de pasar horas atrapados en la oscuridad y entre la nevada que no cesaba. 

En el condado de Suffolk, Long Island, cayeron unos 75 centímetros de nieve.

Ayer  domingo aún 345 mil hogares y negocios permanecían sin electricidad. 

Ante la emergencia algunos distritos escolares anunciaron que cerrarán el lunes, y los trabajadores en general esperan que todos los sistemas de transporte se restablezcan,  para poder regresar hoy a sus labores. 

Las carreteras en el noreste estaban intransitables y el sábado en algunos lugares la nieve cubrió los vehículos. Algunas zonas tuvieron tanta acumulación que los residentes no podían abrir las puertas.

Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil