Tras 60 años de una sangrienta carrera en la que ETA ha arrebatado un total de 837 vidas en España de acuerdo al Gobierno Vasco, la organización terrorista ha apuntado al verano como la fecha tentativa para su retiró definitivo de la vida política de España.
ETA le ha planteado a sus ya pocos miembros, que en su mayoría están presos, el final definitivo de la organización a través de la votación de un documento que fue compartido por la organización al diario Gara, en el que se detalla que como organización ha terminado su “ciclo y función”.
“El final del ciclo resulta cada vez más evidente y, a consecuencia de las decisiones tomadas, ya se ha producido en gran parte. El final de la estrategia político-militar marcó el comienzo del final del ciclo de la organización”
El principio del Fin
El 16 de marzo de 2010 fue la última vez que ETA perpetró un ataque terrorista, en el que por primera vez asesinó a un guardia francés durante un tiroteo. Para octubre de 2011 la organización Euskadi Ta Askatasuna declaró un cese definitivo de su actividad armada, después comenzaría un proceso de desarme que se aceleró en 2016 y finalizó con el desarme total de la organización cuando el 8 abril de 2017 entrego todo su arsenal a un grupo de intermediarios en Bayona, Francia.
En 2015 miembros de la Guardia Civil en colaboración con la Dirección General de la Seguridad Interior (DGSI) de Francia, firmaron la sentencia de muerte de la organización terrorista con un operativo policíaco en el que detuvieron a tres integrantes de la cúpula política de ETA: Iratxe Sorzabal y David Pla, jefes de la banda así como a Ramón Sagarzazu, jefe del aparato internacional.
El futuro de su militancia
A pesar de que el documento que se votará por los miembros de la organización implica la desaparición de ETA, la militancia que creó durante sus 60 años de existencia permanecerá.
Uno de los puntos a destacar del documento redactado en abril de 2017 es el que ETA se muestra orgulloso y defiende las aportaciones que ha hecho al movimiento político de izquierda, al que considera suficientemente fuerte y bien encaminado, por lo que hace un llamado a su militancia para apoyar a dicho movimiento.
La huella sangrienta que ETA ha dejado en España será difícil de borrar, pues a pesar de que la banda terrorista en verdad deje de existir el próximo verano, siempre quedará su militancia.