El Papa Francisco aceptó la renuncia del obispo indio de la diócesis de Cuddapah, Prasad Gallela, quien fue acusado por sus feligreses de malversar fondos de la Iglesia para llevar una “vida de lujo” con su esposa e hijo.
La sala de prensa del Vaticano informó de la decisión del pontífice de aceptar la dimisión del prelado, aunque no dio a conocer formalmente los motivos ni comentó el caso.
Empero, desde hace semanas Gallela se ha visto envuelto en un escándalo público en su India natal, que incluye la presentación de una denuncia penal en su contra por malversación de fondos ante un tribunal de primera instancia del estado de Andhra Pradesh.
El obispo, por su parte, ha negado los cargos y asegura que todo se trata de una acción para manchar su imagen. La denuncia fue presentada por un grupo de católicos, que se dicen agraviados, en junio de este año.
Varios integrantes del Foro de Cristianos de Dalit (distrito de Kadapa) enviaron cartas al Vaticano ya desde hace años para denunciar la “vida inmoral” del obispo, aseguró a la prensa su presidente y profesor universitario de 40 años, Mesa Ravi Kumar.
Añadió que sus misivas buscaban poner en alerta a la Curia Romana ante la inminente “desintegración” de la diócesis de Cuddapah ya que, por el escándalo, muchos católicos dejaron de asistir a las actividades de la Iglesia.
Kumar denunció que el obispo pasa apenas una semana al mes en la diócesis, mientras el resto del tiempo desaparece y, se cree, pasa ese tiempo con la mujer y el hijo, que actualmente ya cuenta con unos 20 años.
En julio, trascendió en India una carta supuestamente firmada por el prelado y dirigida a los sacerdotes de su demarcación eclesiástica, en la cual reconoce la existencia de una familia, pero lanza acusaciones contra otros obispos de su región
El obispo sostuvo que esa misiva es apócrifa y que fue falsificada por medio de “un delito electrónico”.