Debido al tiroteo ocurrido en una escuela preparatoria en Parkland, Florida que tuvo como resultado 17 personas muertas, el presidente Donald Trump ha hecho la propuesta de armar a los maestros de las escuelas del país para solucionar el incremento de ataques con armas de fuego en centros educativos.
Aunque la proposición de Trump pueda sonar descabellada la realidad es que desde hace tiempo los docentes de 9 de los 50 estados de la nación americana pueden llevar un arma a las primarias o secundarias en las que ejercen la docencia, siempre y cuando posean una licencia para su uso.
De los nueve estados que permiten esta medida cinco son republicanos: Alabama, Alaska, Wyoming, Utah, Kansas, tres son demócratas: Rhode Island, Oregón y Hawai y sólo uno cambia de orientación política según su conveniencia: New Hampshire.
A pesar de la negativa del gobernador de Florida Rick Scott por implementar la medida armamentista en las escuela del estado sureño, entre legisladores y congresista del estado el planteamiento comienza a ganar fuerza de manera que el martes pasado legisladores aprobaron un proyecto estatal de ley de 67 millones de dólares llamado “school marshall” para capacitar a los profesores en materia de portación de armas.
El debate sobre la portación de armas por maestros resulta algo incongruentes cuando en el condado de Polk, en el centro de Florida, ya se encuentra en acción desde hace dos años un proyecto llamado “Sentinel Program”, que es liderado por el Sheriff Grady Judd y en el que se ofrece un entrenamiento de 132 horas para que docentes y personal escolar puedan portar armas ocultas en el campus.
De acuerdo a información del diario El Mundo, tan sólo en 2017 el distrito escolar de Clarksville, Arkansas gastó 68.000 dólares en capacitar a 13 de sus profesores para el uso y portación de armas durante las horas de actividades educativas y extra escolares.
A pesar de los constantes incidentes en que docentes se han herido accidentalmente con sus armas de fuego, como el caso de dos profesores que se dispararon en septiembre de 2014, uno en Idaho y la otra educadora en Utah, la propuesta de Trump aunque escándalosa no es ajena a la realidad de un país en el que únicamente en California, Illinois, Massachusetts, New Jersey y Nueva York está estrictamente prohibido ingresar con armas de fuego.
