Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional, exhortó al Congreso a legislar para arreglar un sistema migratorio que el 45 por ciento de los ciudadanos considera en crisis. Foto: Especial

Derecho de asilo, cambio de reglas en Estados Unidos

La campaña por la reelección ha llevado el presidente Biden a emitir cambios en los procesos de solicitud de asilo, con esta medida será más rápida la repatriación de peticionarios que representen una amenaza a la seguridad nacional

El Departamento de Seguridad Nacional de  Estados Unidos (DHS) anunció cambios en la política de asilo que  acelera el proceso con el cual los migrantes en busca de refugio son rechazados.

La nueva medida bloqueará el paso a cualquier persona sospechosa de haber cometido un crimen o pueda ser una amenaza a la seguridad interior del país.

De acuerdo con el comunicado publicado por el DHS, estas medidas se aplicarán en las primeras etapas de las solicitudes de asilo y permitirán a los encargados de revisar las peticiones procesar más rápido aquellas que no tengan bases legales para permanecer en el país; la agencia también hace hincapié en el reducido número de personas que serán objeto de estas nuevas políticas.

Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional, mencionó que estas políticas son parte de un continuo esfuerzo por asegurar la seguridad del público estadounidense al identificar y remover a quienes puedan ser un riesgo para su país. El funcionario hizo un llamado al Congreso para trabajar en arreglar el sistema migratorio estadounidense, pues considera que es el Legislativo quien tiene esa responsabilidad.

De acuerdo con el DHS, esta medida tendrá un alcance limitado, ya que solo aplicará para algunos miles de las más de dos millones de personas que cruzan la frontera sur de  Estados Unidos en busca de asilo. Pese a ello, la agencia no ha publicado un estimado del número de migrantes a quienes aplicará este cambio en la política.

La administración del presidente Biden llegó al poder planteando una política migratoria más humanitaria que la de su antecesor, Donald Trump; sin embargo, una vez en la Casa Blanca, las políticas aplicadas por el Ejecutivo no representaron el cambio radical que sus partidarios habían pedido.

Un ejemplo de ello fue la continuación del título 42, una medida sanitaria que permitía negar la entrada a Estados Unidos debido a la emergencia de COVID-19, o el impedimento para que quienes piden asilo ingresen al país debido al largo tiempo que toma el procesamiento de las solicitudes; pese a ello, durante los cuatro años del gobierno de Biden, el Partido Republicano ha atacado las políticas del presidente por considerarlas “demasiado laxas”.

El cambio en la política de asilo llega en medio de una elección en la que la migración es uno de los temas que más preocupan a los votantes y  donde el oficialismo es percibido como “poco efectivo” al lidiar con el asunto. De acuerdo con PEW Research Center, el 80 por ciento de los estadounidenses considera que el gobierno de Biden realiza “una mala tarea” al manejar la migración, lo que 45 por ciento de la población considera una crisis.

Estos números han llevado a la administración demócrata a endurecer su discurso y sus políticas migratorias. Meses atrás, en medio de la negociación de un paquete de ayuda militar extranjera, el presidente amagó con cerrar la frontera si el Congreso le otorgaba la competencia. Desde mayo de 2023 a la fecha, el DHS ha deportado a 720 mil migrantes a 170 países, lo cual representa el mayor número de deportaciones desde 2011.

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