Los demócratas frente a los republicanos en la Cámara de Representantes 

El Partido Demócrata no alcanzó la mayoría de escaños en la Cámara baja, pero puede aplicar diversas medidas para frenar las reformas que lleguen de la Casa Blanca
Fernanda Muñoz Fernanda Muñoz Publicado el
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Los demócratas siguen expectantes a la conformación de la Cámara de Representantes ante la posible victoria de los republicanos.

Al cierre de esta edición, los demócratas contaban 203 escaños de los 435 con los que está compuesto la Cámara baja; sin embargo, los republicanos lograron 214. Si el nuevo oficialismo consigue cuatro asientos más, tendrá la mayoría.

Entre los estados que siguen sin elegir al total de sus legisladores están Maine, Hawai, Washington, Arizona, Iowa, California y Louisiana.

En caso de que los republicanos logren la mayoría de escaños; es decir, que lleguen a solo 218 asientos, el gobierno del presidente Donald Trump puede aprobar ciertas reformas sin ningún adversario que se le interponga; sin embargo, las propuestas de ley relacionadas a temas de interés general, como la migración o la economía, podrían ser un desafío.

¿Qué se necesita para pasar una reforma en la Cámara de Representantes?

La doctora Estefanía Cruz, investigadora del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM, explica que para aprobar una reforma en la Cámara de Representantes se requiere de una mayoría, que funciona para aprobar leyes de segundo término, y una supermayoría, para rubros de mayor relevancia.

Los demócratas, al contar con poco más de 200 asientos en la Cámara baja, impiden que los republicanos alcancen la supermayoría y, por lo tanto, que autoricen las leyes más sobresalientes para el país.

Otro factor que representa una esperanza para los demócratas dentro del Congreso son los caucus; es decir, bloques de congresistas que ven por la prosperidad de temas como la ciencia, la tecnología, la agricultura, entre otros.

La doctora Cruz enfatiza que independientemente de que un congresista sea republicano o demócrata, ve primero por el interés de su caucus que por la influencia de su partido.

Los ciudadanos de cada estado también le dan poder a los congresistas que conforman la Cámara de Representantes, a tal grado de influir en sus decisiones al momento de votar por una reforma, pues en caso de que el representante político vaya en contra de los deseos e ideales de su distrito, los electores pueden no votarlo para la próxima renovación de la Cámara baja, la cual se da cada dos años.

Los congresistas de la Cámara baja pueden ser reelegidos permanentemente, siempre y cuando a su electorado. En algunos estados republicanos, por ejemplo, la mayoría de los ciudadanos prefieren ir en contra del derecho al aborto, lo que su integrante en el Congreso respaldará. Lo mismo ocurre con temas como el control de las armas y la inmigración.

El número de comités que los demócratas obtengan dentro de la Cámara de Representantes también influyen para que los republicanos no consigan aprobar la mayoría de temas.

“Para los demócratas va a ser muy estratégico que se queden con el comité judicial, porque el Departamento de Justicia trabaja con él, lo que haría un contrapeso con Donald Trump (…) Los republicanos no pueden quedarse con la mayoría de los comités porque no se permite para ningún partido”, desglosa la doctora Cruz.

En opinión de la especialista en Estados Unidos, será importante y estratégico para los demócratas aliarse con ciertos republicanos que no está en su bandera el trumpismo, lo que les ayudaría a echar para abajo ciertas reformas.

La ventaja de Trump en su nuevo gobierno

A diferencia del cuatrienio pasado de Donald Trump, en este nueva administración tiene una ventaja: la experiencia.

“En su primer mandato, (Trump) no conocía tanto los contrapesos, los funcionamientos y ahora sí, por lo que durante este gobierno su equipo va a aprovechar ese conocimiento y tratar de sacar el mayor provecho”, menciona  la investigadora del CIALC.

Ante lo que representará un nuevo mandato para el magnate, la doctora Cruz sugiere que los demócratas deben trabajar y generar diversas iniciativas de ley, al menos durante los próximos dos años, para evitar que Trump lance propuestas de reforma al por mayor.

Se prevé que uno de los temas con los que el republicano comience su gobierno sea el control de la migración ante la elección de Tom Homan como su mano derecha para el tema, un policía que ya ha ocupado distintos puestos en la patrulla fronteriza durante la administración de Barack Obama y el primero cuatrienio del ahora presidente electo.

Homan es conocido como un promotor de la política “tolerancia cero”, que en 2018 llevó a la separación de miles de padres con sus hijos en la frontera sur de Estados Unidos, y por su participación en medios republicanos como Fox News, donde defendió las medidas estrictas en cuanto a la migración.

Recientemente, Homan compartió a CBS su plan para controlar la migración: expulsar a criminales y a quienes representan una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos y luego enfrentarse a los migrantes indocumentados con órdenes de deportación.

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