Luego de unas tranquilas elecciones, en las que se renovaron 435 lugares de la Cámara de Representantes, 35 de los 100 asientos del Senado y 36 de los 50 gobernadores, todo parece indicar que ambas facciones dividieron votos.
Los primeros resultados de las elecciones, en las que no hubo una marea a favor de los demócratas como se esperaba, arrojaron que no hubo un ganador claro, lo que indica que los Estados Unidos están divididos.
Con los votos, hasta el momento, los demócratas recuperarían la Cámara de Representantes perdida en el 2010; mientras que los republicanos mantendrían su mayoría en el Senado.
Lo anterior significa que las leyes de importancia de Donald Trump ya no podrán pasar con facilidad por la mayoría demócrata; aunque no hubo el número avasallador que se esperaba.
Por ende, el gobierno de Trump será difícil, aunque mantiene el apoyo de varios de los habitantes de los Estados Unidos, quienes lo respaldaron con el voto republicano.
Finalmente, los números arrojan que el mandatario aún goza de buena reputación, por lo que buscará reelegirse en 2020 con el mismo discurso que le dio poder en 2016.
