“Los veo todos los días y estamos muy atemorizados por ellos”, le dijo hace meses Mohammed Tuaiman de la provincia Marib al diario británico The Guardian.
“Muchos de los niños en esta área tienen pesadillas y algunos ahora tienen problemas mentales. (Los drones) convirtieron nuestra área en un infierno y en continuo horror, día y noche, hasta soñamos con ellos”, confesó el joven de 13 años.
Este 26 de enero, Mohammed murió a causa de un bombardeo desde un dron estadounidense. Iba en un vehículo con su cuñado y otro hombre.
En 2011, una aeronave de este tipo mató a su padre y a su hermano adolescente mientras cuidaban a su ganado.
‘Creen’ que era militante
Varios funcionarios de Estados Unidos le dijeron a Reuters que el ataque en el que murió Mohammed había sido llevado a cabo por la CIA y que había eliminado a “tres hombres que se cree eran militantes de Al Qaeda”.
De acuerdo a The Guardian, en el “sigiloso programa” de la CIA en Yemen es fácil que la confusión reine en cuanto a aquellos asesinados por un ataque de dron. Las afiliaciones con Al Qaeda y las simpatías con grupos tribales anti gubernamentales difícilmente son claras.
Frecuentemente –como en el caso del joven Mohammed–, esta confusión cobra vidas inocentes.