La Cumbre de la OTAN y los acuerdos los que llegaron en Washington

Los 32 países miembros de la alianza atlántica sentenciaron a Rusia por la invasión a Ucrania, pero mantuvieron abierta la posibilidad al diálogo
Fernanda Muñoz Fernanda Muñoz Publicado el
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Los 32 países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) concluyeron la Cumbre número 75 con un objetivo principal: cuidar de Ucrania.

En su comunicado conjunto, los gobiernos dejaron en claro que una Ucrania “fuerte, independiente y democrática es vital para la seguridad y estabilidad del área euroatlántica”, por lo que no solo abonaron más al respaldo económico hasta ahora implementado, sino también militar.

Mientras que en materia económica los aliados pretenden proporcionar una financiación básica mínima de 40 mil millones de euros durante el próximo año, en cuanto a seguridad establecieron la Asistencia de Seguridad y Entrenamiento de la OTAN para Ucrania (NSATU), a través de la cual se coordinará el suministro de equipo militar y entrenamiento para el país europeo.

Aunque Jens Stoltonberg, secretario general de la organización, le sumó al apoyo económico y de seguridad el nombramiento de un alto representante de la alianza en Ucrania, en el comunicado se especificó que los países respetaban el derecho al gobierno ucraniano de elegir sus propios acuerdos de seguridad y decidir sobre su propio futuro sin interferencias externas.

Aun con la opción dada al presidente Volodimir Zelensky de decidir por la seguridad de su país, los países miembros abrieron la puerta a una posible futura adhesión de Ucrania a la OTAN, siempre y cuando los aliados de la organización estén de acuerdo y el gobierno europeo cumpla con las condiciones requeridas, como mantener reformas democráticas, económicas y de seguridad.

La posición de la OTAN contra Rusia

Ante la muestra explícita de apoyo a Ucrania, los miembros de la OTAN expusieron su desacuerdo con Rusia y la invasión que comenzó al este del territorio ucraniano hace más de dos años.

“No puede haber impunidad para los abusos y violaciones de los derechos humanos, los crímenes de guerra y otras violaciones del derecho internacional cometidos por las fuerzas y funcionarios rusos”, se lee en el punto 17 del comunicado.

En el informe, los representantes de los países que integran la OTAN llamaron a Rusia a detener inmediatamente esta guerra y retirar total e incondicionalmente todas sus fuerzas de Ucrania. De igual manera, enfatizaron que nunca reconocerán las anexiones ilegales de territorio ucraniano por parte de Rusia, incluida Crimea, tomada desde 2014.

También le pidieron a Rusia que retire todas sus fuerzas de la República de Moldova y Georgia, establecidas sin su consentimiento y, por otro lado, expresaron su preocupación por el supuesto uso de armas químicas por parte de la administración rusa contra las fuerzas ucranianas.

De acuerdo con el punto 25 del documento, la República Popular de Corea, del líder Kim Jong-un e Irán “están alimentando” la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania proporcionando apoyo militar directo a Moscú, como municiones y vehículos aéreos no tripulados, lo que afecta la seguridad euroatlántica.

“Rusia también ha intensificado sus agresivas acciones híbridas contra los aliados, incluso a través de representantes (…) Estos (ataques) incluyen sabotaje, actos de violencia, provocaciones en las fronteras aliadas, instrumentalización de la migración irregular, actividades cibernéticas maliciosas, interferencia electrónica, campañas de desinformación e influencia política maligna, así como coerción económica”, se añade.

A pesar de las advertencias lanzadas al gobierno del presidente Vladimir Putin, en el escrito se reforzó que la alianza militar no busca la confrontación y no representa ninguna amenaza para Rusia, por lo que está dispuesta a mantener canales de comunicación con Moscú para mitigar el riesgo y evitar una escalada.

Sin mención de Israel durante la Cumbre en Washington

En el comunicado en conjunto, aunque son evidentes las acusaciones a Rusia, Corea del Norte e Irán, y el respaldo a Ucrania, los Estados miembros de la alianza evitaron a Israel en su texto final.

En el punto cuatro del comunicado, si bien los 32 países aseguran que los conflictos, la fragilidad y la inestabilidad en África y Oriente Medio afectan directamente a su seguridad, ignoran el conflicto entre el gobierno israelí contra Hamás, el cual llegó recientemente a su noveno mes.

Se prevé que es por el respaldo que Estados Unidos le tiene al gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu que en el comunicado final de la OTAN no se habló del país; sin embargo, de haber aparecido, hubiera surgido una controversia internacional debido a las críticas que hay contra Israel y las muertes ocasionadas en la Franja de Gaza.

Si bien organizaciones humanitarias dependientes de las Naciones Unidas han expuesto las muertes que los misiles israelíes han ocasionado en escuelas y hospitales en Gaza, otra parte de la población mundial respalda el derecho de defensa de Israel por los asesinatos y secuestros que Hamás ocasionó el pasado 7 de octubre.

Para Estados Unidos, la Cumbre número 75 fue una pieza clave, sobre todo porque podría ser la última a la que participe el presidente Joe Biden, quien se juega su cargo en las elecciones generales de noviembre próximo frente a Donald Trump.

Para los estadounidenses demócratas, e incluso para los países de la OTAN, Trump representa un riesgo, pues durante su mandato no solo alentó a Rusia a “hacer lo que quisiera”, sino que amenazó con no defender a los países socios si no cumplían con sus cuotas de gasto de defensa.

En el último informe se celebró que más de dos tercios de los aliados hayan cumplido su compromiso de gastar al menos el dos por ciento del PIB anual en defensa, y elogiaron a aquellos que lo superaron, como Canadá, que creció un 18 por ciento en 2024.

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