Personas preparan una sopa en una fogata durante un apagón que siguió a la falla de una importante planta energética en La Habana, Cuba, el sábado 19 de octubre de 2024. (AP Foto/Ramón Espinosa)

Apagón deja a Cuba sin clases y sin actividades vitales; suma cuarta jornada sin luz

El apagón es considerado el peor de la isla en dos años después de que el huracán Ian tocó tierra y dañó las instalaciones energéticas

Este lunes 21 de octubre Cuba cumple su cuarta jornada sin luz, una crisis que supone una de las peores emergencias energéticas de los últimos años ante un abastecimiento de electricidad parcial e intermitente.

El gobierno suspendió las clases y las actividades no vitales hasta el próximo jueves 24, mientras se recupera el sistema energético nacional que colapsó hace unos días, pero continúa con la operación de servicios básicos como hospitales y bombeo de agua.

Durante el fin de semana, en las madrugadas, hubo algunas protestas en barrios populares por no haber recibido nada de corriente como Centro Habana y Santos Suárez, de acuerdo con Associated Press. Incluso, varias docenas de vecinos hacían sonar sonaban sus cacerolas, algunos pocos en las calles y otros desde sus balcones.

Residentes protestan durante un apagón golpeando cacerolas y sartenes en La Habana, el Cuba, el domingo 20 de octubre de 2024. Foto: AP

Huracán Oscar complica apagón

El presidente Miguel Díaz-Canel reconoció el domingo por la noche que la gente estaba disgustada por la falta de luz. “Hay toda una capacidad desde el partido y otras organizaciones para dar respuesta a las inquietudes de la población, siempre que sea de manera decente, organizada, civilizada y disciplinada”, dijo el mandatario, que advirtió que “no vamos a permitir que nadie actúe provocando hechos vandálicos y mucho menos alterando la tranquilidad ciudadana de nuestro pueblo”.

La Habana, la ciudad más grande del país y hogar de dos millones de personas, lucía semiparalizada. Las autoridades dijeron que el transporte sería normal, pero se veían pocos autobuses y carros en las calles.

La gente hacía colas para comprar pan y los alimentos subvencionados y sólo despachaban algunas gasolineras.

Al mismo tiempo, en el oriente de la isla las provincias de Guantánamo, Santiago, Granma, Las Tunas y Holguín recibían a Oscar, un huracán categoría uno degradado a tormenta tropical, complicando más aún el escenario energético, tanto por su capacidad de destruir infraestructura como la imposibilidad de usar centrales en esa zona para generar energía.

La Habana, la ciudad más grande del país y hogar de dos millones de personas, lucía semiparalizada. Las autoridades dijeron que el transporte sería normal, pero se veían pocos autobuses y carros en las calles. Foto: AP

Oscar entró por las inmediaciones de la ciudad de Baracoa en la tarde del domingo y con un tránsito lento dejó aguaceros y algunas marejadas, así como inundaciones en áreas bajas. No se reportaron fallecidos y las autoridades no informaron sobre la cuantía de las afectaciones.

El camino pronosticado para Oscar pasa por varias centrales y plantas de generación de energía, lo cual obstaculiza una normalización de la corriente, explicó el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O.

De la O dijo a periodistas el domingo que esperaba tener una reconexión el lunes o a más tardar el martes, pero advirtió que se llegaría al nivel anterior al colapso, con apagones frecuentes.

La emergencia energética comenzó el jueves por la noche cuando en horario pico el 50% del país se vio a oscuras por falta de generación eléctrica, una situación que provocó una comparecencia especial del primer ministro Manuel Marrero para disponer medidas de ahorro como la suspensión de las clases o actividades no vitales y el anuncio de incrementos en la tarifa.

Sin embargo, la situación más crítica se desató el viernes por la mañana con el colapso total del sistema energético ocasionado por la salida de funciones de la central Antonio Guiteras, explicó el domingo el titular de Energía.

Las autoridades eléctricas informaron que el 80% de La Habana ya cuenta con luz, aunque AP constató que el servicio era intermitente.

Esta imagen satelital proporcionada por la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) muestra el huracán Oscar, el sábado 19 de octubre de 2024. (NOAA vía AP)

Emergencia energética por falta de combustible

La emergencia energética obedece principalmente a un aumento de la demanda, la falta de combustible para alimentar las plantas de generación y las frecuentes averías en las viejas centrales termoeléctricas. Los dos últimos factores están ocasionados por las sanciones de Estados Unidos, que le impiden a Cuba comprar crudo o sus derivados o adquirir las piezas de repuesto.

En cuanto a la electricidad “hay mucho para hacer no sólo con la provisión de combustibles sino con la mala situación de la capacidad de generación y las líneas de transmisión. (Cuba) no ha hecho inversiones en muchos años, ha traído estas barcazas generadoras de Turquía pero necesita mucha más inversión y la economía está tan mal que no puede hacer esas inversiones”, dijo a AP Francisco Monaldi, director del programa latinoamericano de energía del Baker Institute en Estados Unidos.

La situación forma parte de una dura crisis económica que se hizo sentir en la población con desabastecimiento, inflación y apagones.

El reclamo de energía estuvo detrás de las protestas de julio de 2021, las más importantes en la isla en casi tres décadas. Otras manifestaciones más pequeñas y localizadas se desarrollaron en octubre de 2022 y marzo de 2024.

El apagón es considerado el peor de Cuba en dos años después de que el huracán Ian tocó tierra como una tormenta de categoría 3 en 2022 y dañó las instalaciones energéticas del occidente del país, ocasionando otra desconexión nacional.

 

Con información de AP

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