Este jueves, la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, habló por primera vez del intento de asesinato que sufrió hace dos semanas y expresó que está viva gracias a “Dios y la Virgen”.
Lo anterior lo expresó en el marco de una reunión con los Curas villeros, Curas en Opción por los pobres y hermanas, religiosas y laicas, donde la titular del senado explicó: “Siento que estoy viva por Dios y por la Virgen“.
“Yo quería que mi primera actividad públia fuera mi despacho, fuera con ustedes. Yo siento que estoy viva por Dios y por la Virgen, realmente. Así que me pareció que si tenía que agradecer a Dios y a la Virgen, tenía que hacerlo rodeada de curas, por los pobres, villeros, de hermanas laicas y religiosas”, indicó.
“Estoy viva por Dios y por la Virgen”
La primera aparición pública de Cristina Kirchner después del intento de magnicidio.https://t.co/UgSv4IWAKt pic.twitter.com/KN3s4KXWpX
— Corta (@somoscorta) September 15, 2022
Sus declaraciones se producen después que ayer fue arrestado un comerciante debido a sus vinculaciones con otros tres acusados por el fallido atentado del 1 de septiembre contra la vicepresidenta argentina Cristina Kirchner, informaron fuentes judiciales a la prensa.
La policía arrestó a Nicolás Gabriel Carrizo, quien había aparecido en una entrevista por televisión junto con Brenda Uliarte, otra detenida, a quien los investigadores señalan como instigadora del intento de magnicidio cometido aquella noche.
A su vez, los medios coincidieron en publicar un mensaje por móvil de Uliarte a Agustina Díaz, también detenida, en la que dice textualmente: “Mandé a matar a Cristina”.
Las fuentes no precisaron la edad de Carrizo, comerciante de copos de algodón de azúcar, pero se halló en su móvil que estaba enterado del ataque y de los movimientos del grupo.
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Las dos veces presidenta (2007-2011 y 2011-2015) recibió aquella noche el apoyo de centenares de partidarios en la puerta del edificio donde reside en el barrio Recoleta de Buenos Aires.
Asimismo, el principal detenido es la pareja de Uliarte, el chofer de vehículos públicos Fernando Sabag Montiel, quien apuntó y gatilló una pistola calibre 32 a escasa distancia de la cabeza de Kirchner, pero la bala no se disparó.
Finalmente, la pistola estaba cargada con cinco balas, pero se comprobó que Sabag Montiel no manipuló la corredera para colocar la bala en la recámara.