Un hombre, con un estilo de vida muy saludable y que vivía en Reino Unido, murió de COVID-19 después de negarse a recibir la vacuna contra el virus del SARS-CoV-2.
John Eyers, vivía en la ciudad costera de Southport en Inglaterra, amaba el senderismo, acampar y correr.
El hombre de 42 años participa en desafíos de ironman, triatlones y competencias de fisicoculturismo.
Cuatro semanas antes de que Eyers muriera por el coronavirus en el hospital, había publicado en su Facebook fotografías en la cima de las montañas galesas.
A través de una serie de publicaciones en su Twitter, Jenny McCann contó la historia de su hermano gemelo con la intención de poder salvar vidas y motivar a otras personas a que se coloquen la vacuna contra el coronavirus.
Lee: Variante Delta afectaría a no vacunados como “el virus más grave” de sus vidas: exjefe de FDA
De acuerdo a lo escrito por McCann, su hermano John era la persona más sana y en forma que conocía, incluso un mes antes de su muerte estaba escalando montañas.
“La única condición de salud preexistente que tenía era la creencia en su propia inmortalidad”, dijo McCann en sus redes sociales.
Jenny aseguró que su hermano tenía la creencia de que si llegaba a contagiarse de COVID-19 presentaría síntomas elévese, razón por la que decidió no vacunarse.
Pero luego de 4 semanas de contraer la enfermedad falleció, pese a contar con ventilación asistida.
“Antes de ser asistido con ventilación, le dijo a su médico que deseaba haber sido vacunado. Que deseaba haber escuchado”, contó.
El hilo de Twitter de McCann sobre el tema ha acumulado más de 22.000 retweets y su publicación en Facebook se ha compartido casi 9.500 veces.
Te recomendamos: Adolescentes mayores de 12 años ya pueden ser vacunados con Pfizer, autoriza Cofepris
The only pre existing health condition he had was the belief in his own immortality . He thought if he contracted COVID-19 he would be ok. He thought he would have a mild illness. He didn’t want to put a vaccine on his body.
— jenny mccann (@jennyeye) August 2, 2021