La relación entre Rusia y Estados Unidos sigue sin ser buena. La acusación por parte del gobierno estadounidense a Moscú por supuestamente haber estado detrás de los ataques que afectaron a sus diplomáticos en Cuba y China, pone al descubierto el verdadero vínculo entre ambas naciones, el cual es malo.
Las agencias de inteligencia estadounidenses que investigan los ataques que afectaron al personal diplomático de Estados Unidos en Cuba y China, señalaron ayer a Rusia como principal sospechoso de la autoría de los atentados.
El 29 de septiembre del año pasado, el Departamento de Estado norteamericano recomendó a sus ciudadanos que no viajaran a Cuba porque podrían estar en riesgo de sufrir ataques auditivos como los que experimentaron sus diplomáticos en la embajada de La Habana.
El 7 de junio de este año, Washington decidió evacuar a varios de sus ciudadanos de China por padecer malestares en su salud tras haber escuchado ruidos misteriosos.
El diario New York Times reveló que una de las personas evacuadas era un diplomático norteamericano.
Los funcionarios se negaron a dar detalles sobre la naturaleza de la investigación, pero sí indicaron que las pruebas todavía no son lo suficientemente fuertes para culpar de forma oficial a Rusia.
Los conflictos anteriores
> El 9 de agosto de este año, el gobierno del presidente Donald Trump decidió imponer sanciones a Rusia por el supuesto intento de asesinado al exespía Sergei Skripal, en Reino Unido.
> El 15 de marzo, Estados Unidos impuso sanciones a Rusia por su presunta interferencia durante la campaña electoral de 2016 e influir en los resultados por ciberataques.
> El 9 de septiembre pasado, Rusia acusó a Estados Unidos de haber perpetrado bombardeos con fósforo blanco en el este de Siria, donde el uso de objetos militares en medio de poblaciones civiles está prohibido por el derecho internacional humanitario.